Por: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

Señor Gustavo Petro

Presidente de Colombia

Pregunta ¿”Gestores de Paz” cargados de crueldad, odio, criminalidad, perversidad, vandalismo y venganza, podrían, por favor, construir la paz y el amor por Colombia?

Es desacertada, irracional y maléfica la decisión de pretender hacer la “Paz Total” con personas revestidas de crueldad, tortura, vandalismo y antisociales de pura cepa.  Nadie puede enseñar a amar y construir la paz desde el odio, el rencor, el resentimiento, la crueldad y el crimen.  Si se pudiera enseñar a la gente a amar y hacer la paz, el problema de los colombianos sería sencillo de resolver, … ¿no le parece?  Si pudiéramos aprender a amar y sembrar la paz a través de un libro, como aprendemos matemáticas, Colombia sería un país maravilloso: No habría odio, explotación, narcoterrorismo, asesinatos, violencia, torturas, secuestros ni división entre ricos y pobres, y seriamos todos amigos unos de otros.  Pero, el amor y la paz no es tan fácil de conseguir desde el perfil de los “Gestores de Paz” a quienes usted acaba de otorgarles el perdón social.

Es muy fácil odiar, asesinar, violentar, torturar, secuestrar, vandalizar, y el odio une a la gente en cierto modo; crea toda suerte de fantasías, genera diversos tipos de cooperación, como ocurre en la guerra y la destrucción total de la paz.  El amor y la paz, en cambio, es mucho más difícil y, menos desde el proceder de los malos hijos de la patria.  No puede usted, como Presidente de Colombia, abrigar la esperanza que con personajes de la más baja calaña se hace la paz y se aprende a amar; lo que sí puede hacer es observar el odio y con suavidad dejarlo de lado.  No luche contra el odio y la violencia con perversos, no insista en lo terrible que es odiar a las personas; en lugar de eso vea el odio por lo que es y por su crueldad y déjelo desprenderse; haga caso omiso de pacificar el país con los violentos, no es posible ni esperanzador.

Nombrar “Gestores de Paz” desde la gente abyecta y cruel es engañar a todo un pueblo y hacernos sentir que está gobernando idiotas útiles al servicio de sus pretensiones.  Lo importante no es dejar que arraigue en su pensamiento tanta injusticia y tanto engaño en nombre de la “Paz Total”… ¿Comprende?

Su mente es como tierra fértil, y, si le da suficiente tiempo, cualquier problema que se aproxime echará raíces igual que la mala hierba; entonces tendrá usted la complicación de tener que desarraigarla.  Pero si no da usted tiempo suficiente al problema para que se enraíce, no tendrá dónde crecer y se marchitará.  Si usted estimula el odio, la tortura, la criminalidad, la violencia, y el vandalismo, si le da tiempo para que siga echando raíces, para que crezcan y maduren, se convertirá en un problema nacional de grandes proporciones.

Cada vez que el odio, la venganza, el resentimiento y el rencor surjan, déjelos pasar y aplique “justicia total”, y así descubrirá que su mente se vuelve muy sensible sin caer en el sentimentalismo y populismo irresponsable; y de ese modo sabrá dimensionar qué es la paz y el amor por Colombia.  La mente de un gobernante puede seguir sensaciones y deseos, pero no puede perseguir la paz y el amor de manera equivocada.  Es el amor y la paz quien debe llegar a la mente y espíritu del gobernante.  Y una vez que llega el amor y la paz, no hay en el hombre y la mujer división entre amor de patria y paz para el pueblo colombiano:  Esto es verdadera paz por la patria y sincero sentimiento de amor por la nación.  Eso es lo extraordinario del amor por Colombia; es la única cualidad que trae una completa comprensión de la paz duradera y sostenible o de la “Paz Total” como usted tanto lo pregona.

Señor Presidente de Colombia: ¡No vuelva trizas la paz ni manche de tanta incertidumbre y desaciertos el amor por la patria!

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                          Medellín, diciembre 10 de 2022