Por: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS  

Los antioqueños tenemos clara consciencia que la educación es la base del desarrollo integral de la nación, a largo plazo.  Es la forma fundamental que tiene la humanidad para transmitir la cultura y el conocimiento; educar a las nuevas generaciones y conseguir una vida mejor como la única razón de vivir en armonía y en paz de un pueblo.

Antioquia está llamada a continuar apoyando la iniciativa de abrir oportunidades a los estudiantes y aplicar para todos la matrícula cero.  Con la población estudiantil en dificultades económicas y financieras el gobierno y los educadores se han comprometido en seguir luchando por la educación para salir a flote de esta pandemia que tanto daño la ha hecho al sector educativo.  La labor de brindar educación en el sector urbano y rural es especialmente ardua para las comunidades educativas antioqueñas.  Ésta implementará con una fuerte decisión y resolución la estrategia de vigorizar el departamento de Antioquia por medio de la ciencia, la tecnología, la humanización y la educación integral, dando siempre prioridad a esta última.

Antioquia está obligada a aumentar su inversión en la educación promoviendo la educación con calidad, en todos los niveles, la educación continua y la educación para el trabajo y el desarrollo humano, con el propósito de ir edificando una sociedad empeñada en el estudio de las técnicas y tecnologías, para abrirse, posteriormente, camino a los ciclos propedéuticos en la educación superior.  Más aun, el país está llamado a trabajar duro para asegurar que cada estudiante goce del derecho a la educación y garantizar que sus comunidades educativas disfruten de una educación de mayor calidad, más pertinente y equitativa, de modo que adquieran los estudiantes las capacidades y competencias para su desarrollo personal y profesional; contribuyan a la sociedad y ayuden a sus comunidades en procesos de transformación para salir de la pobreza que las amenaza.

Además, Antioquia tiene que fortalecer los intercambios educativos con otras regiones del país e incluso, con otros países, abriendo su sector educativo al mundo exterior y apoyando de manera activa el desarrollo de la educación en las regiones de implementación educativa en vía de mejoramiento continuo.  Los antioqueños estamos determinados y comprometidos a colaborar con las regiones más abandonadas por el Estado, para conseguir un presente que les abrigue la esperanza de un futuro mejor.

El gobierno nacional, departamental y municipal no pueden escatimar esfuerzo alguno, para hacer realidad el sueño de educar a sus comunidades y comenzar un nuevo paradigma mental que viabilice educar al pueblo, sin diferencias de credo, raza, estatus social, económico y político.  La consciencia de educar, sin vacilaciones, genera una nueva esperanza para todos los colombianos y, en particular, para la sociedad antioqueña comprometidos con la patria.  Adormecer en la ignorancia al pueblo es despertar nuestra propia desgracia.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS           –              Medellín, septiembre 5 de 2020