La diferencia entre el éxito y el fracaso es la buena educación. La diferencia entre el rico y el pobre es la buena educación.

Luis Pérez Gutiérrez

La enseñanza del inglés en Colombia es el gran fracaso de los últimos 100 años. Nadie aprende inglés en los colegios públicos, a pesar de estudiar casi 11 años. Los profesores de inglés en general no saben hablar bien inglés, ni están capacitados en tecnologías pedagógicas apropiadas. La educación no tiene estrategias pedagógicas avanzadas para enseñar Inglés. Si los profesores no saben bien inglés, si no hay estrategias pedagógicas apropiadas, nos esperan otros 100 años de fracaso. Sin tecnologías de última generación para la enseñanza del inglés, la frustración de la juventud colombiana continuará eternamente.

Saber un segundo idioma abre la mentalidad de lo global; da competitividad a las funciones del cerebro; inyecta vigor la creatividad; y abre las puertas del mundo. La enseñanza del inglés es una deuda pendiente con las juventudes de todas las generaciones.  Quien sabe ingles puede por sí solo tener empleo digno, y los profesionales que saben inglés consiguen empleo más rápido y reciben 30% más salario. O sea que saber inglés es ser más.

En tantos años de estudio obligatorio, que los jóvenes no aprendan inglés es una estafa que se le hace a la juventud. Que no se enseñe un buen inglés es un fraude a la sociedad. Y lo inaudito, es que nadie protesta. Nadie exige un buen nivel de inglés: ni los estudiantes; ni los padres de familia; ni la sociedad; ni los dirigentes. El fracaso es aceptado sin vergüenza. Nadie dice nada. Como ricos y pudientes van a estudiar donde SI aprendan bien el idioma; no hay interés por mejorar el país.

El secreto para cambiar un país es que los niños pobres reciban la misma educación de los niños ricos. La educación es el motor de la igualdad, pero acá, la educación se ha vuelto una fábrica de desigualdades. Hay que erradicar la educación de pobres para pobres. La enseñanza del inglés es el primer indicador de la desigualdad social pues el 80% de los estudiantes van a colegios públicos, donde el inglés es un engaño.

La enseñanza del inglés es un fracaso tolerado de más de 100 años. Antioquia, Medellín, tiene que imponerse la meta inaplazable, que Los niños y niñas de escuelas públicas, aprendan inglés antes de cumplir los 15 años. Profesor de inglés que no sepa buen inglés, hay que reubicarlo. Es necesario llenar los colegios de plataformas digitales para la enseñanza del inglés. Hay que atraer misiones internacionales que ayuden a que los niños y niñas aprendan inglés antes de los 15 años, para hacer ciudadanos del mundo, que compitan en cualquier lugar del planeta. Saber inglés hace más fácil entender el mundo. El trabajo, las oportunidades, el buen salario, ya no están a la vuelta de la casa; el mundo está esperando a los colombianos.

Según el DNP, en Colombia hay 1,2 millones de personas que hablan inglés, solo el 2% de los colombianos, y únicamente la mitad de ellos están certificados. En síntesis solo el 1% de los colombianos están certificados en saber Inglés. Según English Proficiency Index (EPI), en 2021. Colombia ocupó el puesto 77 en el mundo, con el nivel MUY BAJO. Colombia tiene uno de los niveles de inglés más bajos del mundo, y cada nuevo año, el resultado viene siendo peor. Tenemos la peor enseñanza de inglés del mundo. En el dominio del Inglés, Colombia está en la cola del mundo. El inglés que se enseña en Medellín ya no lo entienden en Barbosa.

La primera infancia es el alma de un nuevo país. Los niños pueden empezar a estudiar inglés, desde la primera infancia, sin profesor, desde muy temprana edad con plataformas digitales. Y así, aprenderán mejor y más rápido que con la enseñanza profesoral presencial tradicional, que ha fracasado. Es necesario revisar todas las metodologías de enseñanza de idiomas; definir cuánto inglés debe saber un profesor para ser profesor y traer a las escuelas las plataformas y estrategias digitales más exitosas del mundo.

Y muy grave. Al Gobierno del Presidente Petro no se le observa ningún interés en resolver el problema del bilinguismo. En la enseñanza del inglés, tenemos que acudir a la rebelión de las regiones. En Medellín y Antioquia tenemos que construir una estrategia propia para que nuestros niños y niñas aprendan inglés antes de los 15 años. Y lo mismo, las demás regiones. Colombia cambia con la rebelión de las regiones. Si esperamos el cambio desde Bogotá, morimos