Por: Balmore González Mira

Tal vez no debería ser una tragedia la que nos invite a escribir sobre el afecto y admiración que tenemos por algo o por alguien, esta debería ser una expresión espontánea que nos nazca del simple hecho de vivir o convivir en el planeta. No puede ser que ahora todos salgamos a expresarle a nuestros hermanos del Chocó la solidaridad, por ese hecho deplorable que se llevó tantas vidas, sueños e ilusiones y que hoy le roba la alegría a todo un pueblo.

Enero 14 de 1998 empezó a registrarse en la historia de esta vía como una tragedia permanente, muertos y lesionados en un hecho de un derrumbe similar al de hoy. 26 años después, enero 12 de 2024, nuevas vidas se pierden en la que podría denominarse la vía del abandono o de la injusticia. Han sido muchas las vidas perdidas en esta vía.

Siempre lo he dicho y hoy no sería lo contrario, que si los paisas nos ufanamos de la amabilidad y la hospitalidad, los chocoanos sí que son los campeones en ello.

Por el año 2016 fui por primera vez a Quibdó;  allí,  en medio de una cantidad de desconocidos, llegué como si me hubieran conocido de muchos años atrás; estábamos en pleno conflicto territorial por Belén de Bajirá y aun así, no había animadversión hacia la tarea que yo debía cumplir en ese paradisíaco territorio.

Dos años estuve interactuando con muchos dirigentes y ciudadanos de esa región y los visitaba periódicamente; también estuve en El Carmen de Atrato, acogedor municipio al suroeste de Antioquia y puerta del departamento del Chocó, dónde la gente es tan amable como en Antioquia o Chocó.

La vía siempre fue y ha sido un tormento para los chocoanos que deben llegar por ese medio desde Ciudad Bolívar hacia Quibdó.

Tengo los recuerdos intactos de quienes conocí y de las buenas relaciones con amigos de este departamento, cuando dejé de laborar en esas latitudes en 2018 mantuve vivos los contactos.

En el año 2020 cuando regresé a los pupitres virtuales a través de unas clases universitarias conocí a otros chocoanos con quienes tengo permanente comunicación, amables y queridos como todos los de esa tierra;  y en el año 2021 regresé a ese maravilloso territorio de Quibdó y de Nuquí, en visita aérea inolvidable y carreteable desde Quibdó hasta Tutunendo en compañía del actual Gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón Cardona. Allí, con amigos de la región hablamos sobre temas de desarrollo y minería y obviamente sobre el atraso vial.

Hoy la solidaridad de Colombia y en especial la de los antioqueños en cabeza y representados por el primer mandatario departamental es total. Lo sentimos en el alma, nos duele Chocó.

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