En el ejercicio de servidor público se precisa el desempeño de las siguientes características: Ser siempre sincero, reflejar confianza, siempre respetuoso.  Ser generoso, humilde, oportuno, preciso, íntegro, franco, sensible a la comunidad, veraz, proactivo, empático, accesible y digno representante de servidor público por su integridad, ética y moral.

POR: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

Estamos comenzando un nuevo desafío electoral para gobernar nuestras regiones y municipios de Antioquia, y para ello debemos acumular mérito, en el principio de merecer sin pretender, porque pretender sin merecer no es ético.  El hombre y la mujer necios ambicionan miles de cosas que no merecen ni necesitan; los arropados en su inteligencia, sabiduría, integridad, idoneidad y liderazgo acumulan mérito para hacer realidad sus sueños en su espíritu de servirle al pueblo, como punto referencial de encontrar la felicidad y el supremo bien de ejercer una vocación servicial.

Antioquia Toda, pide a gritos que debemos actuar de acuerdo a reglas éticas y morales superiores; que sus gobernantes moderen sus pretensiones hasta hacerlas coincidir con la magnitud de sus méritos personales y profesionales, y nunca más allá de esto.  Acumulemos mérito emprendiendo obras físicas, sociales, económicas, culturales, educativas y espirituales que involucren un ideal impersonal, en beneficio de la gente más abandonada y desprotegida por el Estado.

Cuidémonos, sin embargo, de no dejarnos atrapar por la vanidad, la corrupción y el egoísmo que infecta a tantos políticos, que se engañan al creer que hacen algo por otros, en circunstancias en que actúan solo para inflar sus propias imágenes en las urnas, y luego abandonan sus compromisos y responsabilidades con el pueblo.  Hoy me he propuesto, socializar un decálogo ético y moral para los candidatos a la gobernación de Antioquia, la asamblea departamental, las alcaldías y concejo municipal.  Pocos son los convencidos que para gobernar se requiere de una estructura ética y moral fuerte, no obstante, ante los escépticos, me atrevo a exponerlo.

  1. Priorizar los objetivos colectivos, antes que los personales, estableciendo que la obligación primera y fundamental es consigo mismo y con el pueblo, puesto que sólo autorrealizándose en líder inspirador, transformacional y servicial como ser humano completo y superior, es posible entregar algo valioso a Colombia y a su gente.
  2. Comprometerse con el bien y jurar lealtad al propio espíritu de servir, sin exclusiones.
  3. Enfrentar con vehemencia la propia deshonestidad para sepultar la corrupción, la codicia, la desesperanza, la ilegalidad y la mentira.
  4. Ponerse emocionalmente en el lugar de los gobernados, aprendiendo a comprender y tolerar al ciudadano de bien.
  5. Dominar las emociones negativas, autoritarias, dictatoriales y, aprender a poner la otra mejilla, cuando el pueblo tiene la verdad y la razón.
  6. Salir de la propia madriguera de la politiquería y el sectarismo. Abandonar la estrecha cuadrícula mental en la que nos refugiamos para abrirnos a otras verdades y realidades más profundas.
  7. Desarrollar la voluntad y templar el carácter para ejercer la autoridad con decisión y probada justicia.
  8. Vivir en armonía con las tesis e ideario del partido que representa, y la cultura organizacional del pueblo y la naturaleza donde se gobierna.
  9. Practicar la ley de equivalencia igualitaria que reza: “El que la hace la paga”.
  10. Desconfiar de las apariencias, esforzándose de encontrar las mentiras, ilegalidades, engaños, fraudes y deslealtades que le permitan reorientar el rumbo de la institucionalidad para ser garante de rectitud, integridad, honestidad, idoneidad y justicia frente al pueblo que abriga una esperanza en su compromiso, confianza y credibilidad, en el cumplimiento de su misión y logro de su visión en el mandato constitucional que le otorga el pueblo.

OBSERVACIÓN PERTINENTE:

 Antes de liderar a los demás, tienes que creer que puedes tener un impacto positivo en tus gobernados.  Tienes que creer que tus valores y principios son valiosos y que lo que haces te importa.  Tienes que creer que tus palabras pueden ser fuente de inspiración y tus acciones pueden mover a otros.  Además, tienes que ser capaz de convencerlos de que ellos y ellas también pueden.  En tiempos difíciles como los actuales, Colombia, Antioquia y el Distrito de Medellín necesitan más personas que crean que pueden marcar la diferencia y que estén dispuestas a actuar de acuerdo con esta creencia.

Los colombianos solemos pensar en el liderazgo como algo grande y espectacular, pero basándonos en nuestra experiencia pensamos que el auténtico liderazgo-inspirador, transformador y servicial se encuentra en todas partes y en el día a día.  Todos tenemos oportunidades en nuestra vida diaria de aprovechar el momento para convertirnos en los líderes que podemos ser.  Todos y cada uno de nosotros tiene la posibilidad de ser ese líder. 

En este preciso instante, el liderazgo está en ti, en un lugar donde te encuentras.  La pregunta es: ¿Qué vas a hacer para ponerlo en práctica al servicio del pueblo?

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                                           Medellín, abril 14 de 2023