La Tradición proviene de los Apóstoles y estos la escucharon de JESÚS y parte de ésta se reflejó más tarde en los Evangelios.

Fuente: Apologética Siloe

Desde la reforma Luterana, entre los diferentes temas que han dividido la Iglesia se encuentra el tema de la “Tradición”.

Mientras que la Iglesia Católica (tanto la rama Romana como la Ortodoxa) insiste en proclamar la Palabra Escrita (Biblia) y la Palabra transmitida oralmente (Tradición), las iglesias Protestantes claman que solo la Biblia tiene autoridad como única fuente de la Palabra de Dios o “Sola Escritura” como la llamó Lutero. ¿Quién tiene la razón?

Comprendiendo la palabra “TRADICIÓN”

En primer lugar tenemos que hacer la diferenciación entre Tradición y tradiciones, Veamos:

La Iglesia Católica nos dice en el punto 83 del Nuevo Catecismo:

“La Tradición, con T (mayúscula) es la que viene de los Apóstoles y de lo que éstos recibieron de la enseñanza y del ejemplo de Jesús y lo que reveló el Espíritu Santo. En efecto, la primera generación de cristianos no tenía aun el Nuevo Testamento escrito, y el Nuevo Testamento mismo atestigua el proceso de la Tradición viva. Es preciso distinguir de ella las tradiciones (con t minúscula) teológicas disciplinares, litúrgicas o devociones nacidas en el transcurso del tiempo en las iglesias locales. Solo a la luz de la gran Tradición aquellas pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas bajo la guía del Magisterio de la Iglesia”.

Es decir, la “Tradición” proviene de los Apóstoles y estos la escucharon de JESÚS y parte de ésta se reflejó más tarde en los Evangelios escritos o “Canónicos”.

La tradición es un conjunto de costumbres eclesiales influidas por culturas o expresiones locales y puede ser cambiada o abandonada según lo exijan los tiempos y lo decida la Iglesia. La doctrina que la Iglesia Católica recibió de los Apóstoles es que la Palabra de DIOS está contenida en la Escritura y en la Tradición Apostólica teniéndose la Iglesia como depositaria y custodia de ambas.

Tanto los judíos como musulmanes son llamados los “Pueblos del Libro”, pues ambos se basan en un libro, la Biblia y el caso de los musulmanes en el Corán, y sólo en ellos. Nosotros los Cristianos NO somos el “Pueblo del Libro”, somos el Pueblo de la Palabra, viva y eficaz que es contenida en la Biblia y en la Tradición.

Hablemos un poco del pueblo Hebreo, al cual hemos llamado “Pueblo del libro”.

Este pueblo tuvo la Palabra de DIOS en forma escrita y en forma oral o Tradición. El Pentateuco o Torah (los cinco primeros libros del Antiguo Testamento) fue, por siglos, Tradición oral. El periodo comprendido entre Moisés y David fue el periodo de Tradición oral por excelencia, aunque, según el erudito Bernahard W. Abderson, profesor de teología del seminario Protestante de “Princeton”, aun después de David la Tradición religiosa de Israel continuó en sus cánticos, cultura y oráculos proféticos.

Algunos ejemplos de la Tradición oral aceptada como parte de la revelación por el Templo la encontramos en la siguiente cita:

“Por eso dice en el Libro de las guerras de YAVEH” (Números 21,14)Este “Libro de las guerras” no es un libro inspirado según el canon más exacto del Antiguo Testamento, pero en él sale lo que YAVEH dice a Moisés como Palabra de DIOS en el Libro del Exodo.

Otro ejemplo: “Y el sol se detuvo, y la luna permaneció inmóvil, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿No está eso escrito en el libro del Justo? El sol se mantuvo inmóvil en medio del cielo y dejó de correr hacia el poniente casi un día entero”. (Josué 10,13)

Todo el famoso episodio de Gabaon aparentemente es narrado en el Libro del Justo, el cual era parte de la Tradición de Israel. El Libro de Josué recoge como canónico este hecho. También en II de Samuel, 1,18 se toma el cántico fúnebre para Saúl de este libro y se incluye en las Escrituras y es Aceptado como Palabra de DIOS hasta el día de hoy.

Para los fariseos la Tradición tenía casi tanta importancia como la Escritura, más tarde el Talmud y la Mishna (libros que contienen la Tradición oral de Israel) serán reverenciados y estudiados tanto como la Escritura hasta el día de hoy.

El Nuevo Testamento y la Tradición

En el nuevo Testamento no se encuentra ni un sólo versículo donde se afirma que lo que dijo Jesús se encuentra solamente en los Evangelios. Muy al contrario, en San Juan 21,25 dice: “Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribieran todas, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros”. Por lo tanto, todo lo dicho por Jesús no está en los Evangelios. Esto es lo que la Iglesia llama Tradición, lo que por diversas fuentes nos ha llegado de lo que dijo Jesús y no se reflejó en las Escrituras canónicas. Estas fuentes son Los Padres de la Iglesia y la misma historia de la Iglesia.

Veamos varios puntos prácticos para clarificar y sentar bases en esta controversia.

Jesús nunca ordenó escribir nada a sus Apóstoles, ningún libro, ningún discurso. El Señor manda a sus Apóstoles a predicar (San Marcos 16,15)

De los 12 Apóstoles sólo 2 escribieron Evangelios, los diez restantes no escribieron Evangelios, si hubiera sido tan importante el escribir todo, lo hubieran hecho. Sin embargo todos predicaron.

El Evangelio antes de ser escritura fue Tradición.

El primer Evangelio se cree fue el de Marcos y se escribió alrededor del año 60 de nuestra era, por esto Pablo dice:

“Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y guardan las Tradiciones tal como yo se las he transmitido.” (1 Corintios 11,2)

La Iglesia Católica tiene sucesión y transmisión, pues su existencia sé remonta al mismo Jesús. El resto de las Iglesias surgen en el siglo XVI por lo tanto no tienen tradición alguna y si la tuvieran seria la tradición de la Iglesia Católica y éste es el motivo de su rechazo pues aceptar la Tradición de la Iglesia seria aceptar su autoridad.

Significado de la palabra “Tradición” en lengua antigua

tomado de Catholic.net