Por LUIS ALFONSO PÉREZ PUERTA

 Las relaciones positivas son las que se llevan a cabo desde la DISTANCIA. Los sucesos actuales lo confirman. En la pareja, entre los amigos y conocidos de vista, el encuentro sano de ideas se debe realizar con distancia, porque es de caballeros y damas, tratar al otro con respeto. Además es humildad porque sabe el espacio que ocupa. La relación genial se lleva desde la DISTANCIA, y lo reitero con MAYÚSCULA. Una relación saludable no es promiscua ni puede ser un producto de las emociones anarquistas.

Las pasiones tienen su origen en el vientre y son filtradas a través de un corazón envenenado con la justificada idea del supuesto sentimiento llevado al extremo, es decir, solo sentimentalismo, o dicho de otra manera: El famoso sentimiento. Así de sencillo, aunque duela al corazón quebrantado por tantas pasiones enfermas.

Covid 19: Un virus de la familia del coronavirus, el SARS-CoV-2 nos da una nueva  posibilidad de comenzar a vivir con reverencia distancia, dirigiéndonos hacia la contemplación, en esa zona neutral. Ir a la búsqueda del verdadero sendero, encontrar el verdadero hogar y con la familia verdadera; para ser lo que en el principio éramos, aunque por nuestra ignorancia aun no lo sabemos, o lo hemos olvidado, o todavía no es “la hora del ahora”, aún no, pero esta crisis es la iniciación de una nueva era verdadera.

Bien lo expresaba el dramaturgo alemán BERTOLT BRECHT con el Teatro del DISTANCIAMIENTO, como un “factor de extrañamiento”.  Una propuesta contraria al teatro de  Stanislavski. el creador del método que lleva su nombre y que estimula la interpretación natural, al extremo de una excesiva identificación con el drama, expresando todo el caos de las emociones de una manera visceral, todo ese dolor o esa euforia al máximo volumen.

En la propuesta del DISTANCIAMIENTO, la actuación se debe realizar con objetividad, sin identificarse con nada. Si hay un momento de dolor, inmediatamente un instante alegre llegaba para que el actor-personaje no sufra tanto. Sin embargo, ese teatro del distanciamiento no es posible realizarlo en este mundo donde vivimos seres humanos atrapados por las pasiones anarquistas. No es posible hacer un teatro con personajes interpretados por HUMANOIDES comportándose desde las entrañas.

En el teatro del DISTANCIAMIENTO, si un personaje muere porque es asesinado, al minuto el actor puede colocarse de pie para cambiar el escenario y el vestuario para ser otro personaje, es decir, que los espectadores no se identifiquen con la escena pasada. Es una representación, y así es la vida, un proceso en el cual las personas se encuentran como APRENDICES, y cada instante es una oportunidad para trascender las emociones, las ideas, las opiniones, el ir y venir, las experiencias dolorosas y placenteras, y de esta manera llegar a la síntesis: ¡CON REVERENCIA DISTANCIA, POR FAVOR!

Respire profundo, cuente de uno a diez, o hasta cien, o mil, pero cuente en silencio, y no se altere.