Por: Luis Carlos Gaviria

Una de las cosas que más me ha tenido pensando en esta cuarentena voluntaria, es EL CONGRESO. Nunca antes se había sentido tanta tranquilidad en Colombia, ya dejaron de pelear los “honorables” congresistas, porque es lo único que hacen, desde que comienza la semana se arman los rounds, “Uribe Vs. Petro”, “Cabal Vs. Cepeda”, “Paloma Valencia Vs. Timochenko” y así por el estilo.

Vale mas que siga la cuarentena, pero entonces yo me pregunto: antes iban a pelear al congreso y no hacían nada bueno por el pueblo, pero cobraban sus honorarios, ahora no van, pero los siguen cobrando, sin sesionar. Mi pregunta es simple. ¿Qué hacer con esa manada de inútiles quienes antes no hacían nada y ahora están peor? Mientras las personas del común las despidieron para la casa sin un centavo en el bolsillo y aguantando, muchas de ellas, física hambre, ¿por qué nosotros los ciudadanos del común, no denunciamos a esa manada de parias, que lo único que saben hacer es engañar al pueblo colombiano? Ayer escribía sobre algo que me da físico ASCO, ¿Cómo es posible que UNA ENFERMERA, tenga que atender VEINTE pacientes, mientras estos imbéciles, UN SOLO PARLAMENTARIO, tiene un sequito de 35 o más vagos, ¿dizque asesorándolos? No hay derecho.

Hay 250 y algo de congresistas devengando unos honorarios que superan los OCHO MIL SETECIENTOS CINCUENTA MILLONES de pesos mensuales, mientras que muchos colombianos no tenemos UN PESO para comprar comida. Hay que hacer algo para corregir lo malo y el CONGRESO ES MALO.

Colombianos, el próximo domingo comienza la SEMANA SANTA más atípica que haya sucedido en Colombia, no habrá misas, sermones, procesiones, ni nada por el estilo. En esta Semana Santa, debemos reflexionar mucho sobre lo que nos está pasando en los actuales momentos con la pandemia del COVID-19, la cual ha desnudado todo lo débiles que somos ante algo como una guerra biológica, como la que estamos viviendo, al mismo tiempo a que reflexionemos, sobre si vamos a continuar dando nuestro VOTO, por personajes tan siniestros como los que hay actualmente en el congreso.