Por: Deyanira Henríquez Rosero

En esta semana que recién termina, escuché dos noticias que “vaya uno a ver” son distintas pero no distantes. Una, las disculpas del dueño de Meta (antes Facebook) en audiencia citada por el Congreso de EEUU, luego de que la sociedad norteamericana en cabeza de su Congreso, manifestara nuevamente que existe responsabilidad de los empresarios de las redes sociales por las lesiones que causan a los usuarios de éstas, con motivo de la información que circula; y la otra noticia en Colombia, fue la admisión de la demanda que interpuso Luis Pérez Gutiérrez ante el Consejo de Estado, fíjese bien, por cuanto él como ciudadano, considera y dice tener probado, que la elección del actual gobernador de Antioquia es producto de “violencia psicológica” ejercida sobre el electorado.

La citación a Zuckerberg ante el Congreso de Estados Unidos y la admisión de la demanda por el Consejo de Estado en Colombia, respectivamente; no es un asunto menor o como leí por ahí “una reacción de un mal perdedor” en el caso de la demanda del señor Pérez Gutiérrez. Al contrario, son asuntos de máxima relevancia, que considero, revelan la conciencia y sensibilidad de los legisladores y los jueces, hacia los asuntos que involucran la salud e integridad psicológica o psíquica de los consumidores de información masificada, es decir, de todos y cada uno de nosotros.

Es de recordar que ya hace varios años, tanto en la academia como en los espacios públicos y privados, estamos hablando y reconocemos que la violencia no es sólo dejarle el “ojo morado” a alguien, ni causarle lesiones personales de orden físico, sino que también se ejerce violencia mediante  estímulos – la mayoría intangibles – como el mutismo, el engaño, los argumentos “ad hominem” y el matoneo por redes sociales. Hoy se reconoce que, esto es, violencia y que causa daño real.

Por eso, cuando cualquier ciudadano en una sociedad democrática, como es el caso de los familiares de personas víctimas de la información nociva en EEUU y aquí en Colombia, el señor Luis Pérez Gutiérrez, reclaman de sus representantes y jueces, la aplicación de salvaguardas y en específico, en el caso de las pasadas elecciones, se pide que se revise el ejercicio de la “violencia” en la modalidad psicológica, como causal de nulidad electoral, realmente estamos hablando de la vida, la integridad y la democracia.

No sé cuáles sean las medidas que vayan realmente a adoptar el Congreso de EEUU, como tampoco sé, cómo el Consejo de Estado vaya a fallar la reclamación judicial del señor Luis Pérez, pero lo que sí creo, es que el sólo hecho de que estos temas se ventilen ante los poderes públicos – el legislativo en Estados Unidos, y la justicia en Colombia – le hace bien a la democracia y por supuesto a las próximas elecciones. 

¡Las ostras están frescas! Dirían por ahí.