Por: Sergio Zuluaga Peña.*
La juventud es un factor fundamental para luchar contra los problemas del mundo.
El 15 de julio se celebra el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, conmemoración que se declaró por La Asamblea General de Naciones Unidas, y está motivada sobre la preocupación mundial por el elevado número de jóvenes desempleados, estimado en 74,5 millones en 2013 y para el 2020 se tiene estimado en cerca de 100 millones, la mayoría de los cuales vive en países en desarrollo.
La vida de los jóvenes de América Latina es a menudo una terrible elección entre una lucha contra la miseria y la desesperanza en su propio hogar, emigración y desarraigo o, pertenencia a grupos armados. De hecho, en lugares como Colombia, a menudo la única alternativa “laboral”, implica coger un arma y pertenecer a un grupo criminal.
Afirma esta Resolución que Los Estados Miembros de la ONU, tienen la importante función de satisfacer las necesidades y aspiraciones de los jóvenes, en particular en los países en desarrollo, reconociendo que el fomento de la adquisición de habilidades por los jóvenes mejoraría su capacidad de tomar decisiones con conocimiento de causa en relación con la vida y el trabajo y los empoderaría de manera que puedan acceder a los mercados de trabajo en evolución, por ello se decide designar el 15 de julio Día Mundial de las Habilidades de la Juventud; e invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones dirigidas por jóvenes, a observar de manera adecuada el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, de conformidad con las prioridades nacionales, por medios como actividades educativas, campañas y actividades de voluntariado y concienciación.
Ahora bien es claro que en Colombia las mujeres hombres jóvenes vienen siendo impulsadas a la acción compartiendo en mismo anhelo, bastante universal, un deseo de prosperar económicamente y un profundo sentimiento de frustración y desesperación ante los obstáculos insuperables del camino.
Si el Estado es el responsable de brindar bienestar y servicios a sus jóvenes y no lo hace, ¿cómo pedirles que crean y respeten ese Estado, cómo criticar los levantamientos y la consiguiente agitación social en curso si está claro que el statu quo imperante es insostenible?
La esperanza y la emoción de la democracia para nuestros jóvenes no existe, y por ello, muchos estados latinoamericanos se están desmoronando, por la frustración de sus jóvenes. Las rebeliones parecen hacerse a nombre del regreso de la política y la reafirmación de la soberanía popular frente a sus líderes corruptos, el populismo usando un falso lenguaje de esperanza y un florido lenguaje incitan a los hombres y mujeres jóvenes que depongan a sus líderes y traten de construir sociedades nuevas y mejores. Hoy, Latinoamérica se encuentra en una profunda crisis, algunos Estados de eso no tienen sino el nombre, ya que sus territorios han caído en el control de grupos armados asesinos. En los países restantes, las viejas falsas democracias se han reafirmado.
Nuestros jóvenes son nuestro mayor capital y son el factor fundamental para luchar contra los problemas del mundo, como el cambio climático, el desempleo, la pobreza, la desigualdad de género y la migración. Ha dicho la ONU de manera incansable que hoy en día los jóvenes son un colectivo estratégico para lograr un avance en las sociedades. La celebración de este día trata de empoderar a los jóvenes para que sean influyentes en el mundo, empezando desde sus comunidades y logrando objetivos globales. ”Sin los jóvenes será imposible conseguir sociedades justas y sostenibles” sostiene la ONU y es imposible no estar de acuerdo con esa máxima.
Nos hemos de preguntar sin asomo a ningún sonrojo y ahora que hablamos de elecciones: “¿Quién puede limpiar el vasto desastre que los políticos de todos los colores credos y tendencias ideológicas han hecho en nuestro país ignorando por completo a los jóvenes, a los que solo han usado como carne de cañón para una guerra civil de más de 50 años?
Indudablemente nuestros jóvenes necesitan no solo educación gratis en todos los niveles sino que exista un total y completo acceso de los jóvenes sobre todos a la educación superior, es decir gratis y para todos, idea que solo se le escucha a un hombre que todos los colombianos deberíamos darle la oportunidad de ser presidente de esta nación Luis Perez Gutiérrez, porque sabe que pensar en grande es pensar en la juventud creando universidades digitales que no dejen ni a uno solo de nuestros jóvenes sin acceder a la educación superior, generando una economía dinámica que favorezca a la juventud con la creación de bancos de oportunidades para los jóvenes, legalizando el cultivo de la marihuana con fines medicinales e insertándolo en el comercio mundial, posibilitando por medio de un satélite propio que todos nuestros jóvenes tanto del campo como de las grandes ciudades tengan acceso libre y gratis al internet, para con ello llevar a Colombia a la era de la economía digital, la cual puede configurarse en torno a un conjunto de principios de diseño de blockchain, que se pueden utilizar para crear software, servicios, reinventar modelos comerciales, mercados, organizaciones e incluso gobiernos, etc.
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