Luis Pérez Gutiérrez

Desde hace algunos años vengo hablando de la necesidad de desarrollar y lanzar un satélite en Colombia a través del cual podamos garantizar el acceso a internet a todas las personas, sobre todo aquellas que se encuentran en la ruralidad y las zonas más alejadas de las ciudades. El acceso a internet se ofrece preferencialmente donde hay alta concentración de usuarios y con buena calidad de pago.

A diferencia del internet por fibra óptica, el satelital puede penetrar las regiones de más difícil acceso donde los operadores tradicionales no prestan el servicio dados los altos costos que acarrea su operación. Estamos hablando de los hogares vulnerables que están en las montañas, las fincas campesinas, en las carreteras y en los lugares retirados donde se vuelve un dolor de cabeza tener señal. Así se está expandiendo la neopobreza tecnológica que es peor que la pobreza tradicional.

Las zonas urbanas solo cubren el 1 % del territorio en Colombia. O sea que en teoría, en más del 95% del territorio no existe acceso a Internet. El gobierno dice que el 60 % de la gente tiene acceso a Internet, Ambos datos graves, propios de países pobres y atrasados. Que el 95 % del territorio no tenga acceso a Internet delata que las carreteras, la seguridad y la policía, los campesinos y las zonas rurales están alejadas del mundo. Los bandidos tienen más comunicaciones que la policía. Si el gobierno nacional no ha sido capaz de ofrecer acceso a Internet en todo el territorio, Antioquia tiene que ser faro del progreso y la justicia social y liderar lograr que no haya un solo hogar sin acceso a internet. Si a hoy solo el 60.7 % de las familias tienen este servicio, implica que el 40 % de nuestra gente se encuentra desconectada, discriminada y aislada del mundo, al igual que el 95% del territorio. Y a eso se suma que tan solo el 28.9 % de las familias tienen computador. Esta es una brecha que nos muestra como región injusta y atrasada. El mundo funciona solo para los que tienen acceso a las redes; los demás están sin oportunidades.

La descentralización también debe obrar en el acceso a Internet para todos. En Antioquia y Colombia, en las capitales, se concentran los servicios tecnológicos. La Recentralización tecnológica es otra enfermedad social de Colombia. Bogota y las grandes ciudades abundantes en tecnología; y el resto del territorio carece de oportunidades tecnológicas.

La conectividad digital es el primer paso haciala revolución social; y es un objetivo de política pública que no responde ni a ideologías ni luchas políticas, sino a un propósito común para transformar la vida de todos los antioqueños. La falta de acceso a internet genera una nueva pobreza, la neopobreza tecnológica, que aísla por completo a los más vulnerables y marca una distancia que acentúa las desigualdades de nuestra sociedad.  

En especial, porque actualmente el mundo funciona a través de la red. Una vez ingresan a la red, tanto el rico como el pobre se empiezan a igualar. El internet es el gran equiparador social. Un camino a la igualdad que permite a los jóvenes de todas las edades, sectores y condiciones prepararse para las demandas del mercado, estar al tanto de las tendencias globales y desarrollar el potencial creativo y emprendedor que sobra en nuestro Departamento y que no puede recaer exclusivamente en manos del mercado. El Estado tiene que intervenir para garantizar el espacio público digital y acercar a dos extremos que en el terreno físico viven totalmente separados.

Dicho esto, es claro que Antioquia no se puede quedar esperando eternamente a que el Ministerio de las TICS actúe. Antioquia tiene la capacidad, en asociación con la Alcaldía de Medelín u otras empresas privadas, de lanzar un nano satélite que puede costar menos de USD$80 millones y que garantice el acceso a internet de calidad en todos los 125 municipios del Departamento, de tal forma que tanto los pescadores de Necoclí como los hijos de los campesinos de Puerto Triunfo tengan acceso a la red.

Un solo hogar sin internet es una tragedia social. El internet es como el sol: debe alumbrar para todos y no para unos pocos. Sin acceso a internet es imposible imaginar la igualdad. Como Gobernador conectaré a todo el Departamento y no permitiré que haya un solo niño aislado del mundo. Antioquia tiene que pensar en grande y convertirse en el motor de innovación digital y tecnológica de la región.