Por: Misael Cadavid MD

El recaudo por la prestación de servicios de salud en estas entidades baja a niveles insostenibles.

La dicotomía en torno a la reforma está haciendo graves heridas financieras a los hospitales.

Si las EPS no pagan por los servicios prestados las Hospitales serán liquidados.

A los tradicionales problemas que desde hace varios años se vienen denunciando, uno de ellos es el sistemático procedimiento de las EPS para dilatar el pago de las facturas por servicios, a través de maniobras como las glosas y evitar sentarse a la mesa a conciliar y reconocer la cartera con los prestadores; situación que ha desencadenado la mayor iliquidez de la historia de la red pública a nivel nacional. Sumado a lo anterior y en forma paradójica tenemos al Ministerio de Hacienda y Crédito Pública con el Ministerio de Salud, midiendo a los hospitales por recaudo, lo cual, coloca a las ESE en un gran peligro por el crecimiento de las instituciones que ha ingresado a riesgo fiscal y financiero por falta de recaudo, lo anterior,  a pesar de los múltiples pronunciamientos de la Corte y la misma Ley Estatutaria, que establecen que las ESE no pueden medirse sólo por la parte financiera, sino por la labor social que desempeñan, es decir darle un mayor valor a la rentabilidad social sobre la financiera .

Los hospitales públicos están al borde del precipicio, con amenazas cada vez más latentes producto de la iliquidez y de las obligaciones que deben cumplir las ESE como si estuvieran recibiendo los recursos en un flujo normal. Se ha dicho que el plazo de 10 años para que las EPS paguen, corresponde sólo para cartera no corriente, no obstante, las cifras demuestran claramente que las EPS no están pagando tampoco el giro corriente, desfinanciando a los prestadores y generando unos porcentajes de recaudo muy bajos. Se suma a lo anterior la desfinanciación vía aportes patronales que prácticamente ya no existen para los hospitales y cuyos recursos eran utilizados para el pago de la seguridad social de los trabajadores, ahora ya ese pago se hace vía recursos propios.

De seguir por ese camino, el colapso de la red pública está muy cerca.

Las EPS están pagando por debajo del 65% en hospitales de mediana y alta complejidad, el porcentaje de recaudo de los hospitales está bajando a límites perturbadores. En el caso de las Empresas Sociales del Estado de primer nivel que deben recibir el 100% de los recursos en forma anticipada, recaudaron durante el 2023 el 84% del segundo nivel se sitúa en un angustioso 58.89%, y de tercer nivel en 62.3%, que son los hospitales más grandes.

Es decir, que en la categoría de los hospitales de segundo nivel, que es una IPS pública de mediana complejidad, de cada $100 pesos que factura solo recaudan $58.8 pesos que se vienen acumulando de cartera corriente a la cartera ya vencida. Al igual ocurre con los hospitales que atienden a los pacientes de mayor complejidad, que son los de tercer nivel, estas Empresas Sociales del Estado en el país solamente están recaudando $62,3. En otras palabras, quedan en veremos casi la mitad de los recursos que fueron invertidos en la atención de la población a cargo de las EPS de los hospitales de mediana y alta complejidad. Lo que no se recauda en el corto plazo generalmente se dilata hasta convertirse en cartera de difícil recaudo y finalmente, esos dineros están hablando de pagarlos en 10 años, quién sabe si para el 2027 habrá hospitales públicos al paso que vamos.

De las 881 Empresas Sociales del Estado evaluadas en Colombia en el año 2023, 227 se encuentran en algún grado de riesgo fiscal y financiero, por lo que tienen que adelantar planes de saneamiento con el ministerio de hacienda. Lo más crítico aún hay 163 hospitales públicos que quedaron incluidos en Plan de Gestión Integral del Riesgo (PGIR), es decir, están en Planes de Saneamiento pero a través de la Superintendencia Nacional de Salud, por lo que no tienen los recursos suficientes para poder lograr empezar a sanear sus finanzas, “algo así como el pabellón de desahuciados, que solo un milagro que se llama gobierno los salva”

Mientras a los hospitales son sometidos a planes de saneamiento fiscal, en donde deben modificar su categorización de riesgo en un año y cuyas metas con el Ministerio de Hacienda, irónicamente son aumentar el recaudo e incrementar los ingresos por concepto de venta de servicios, para no ser fusionados, intervenidos o liquidados, a las EPS se les dio un plazo de 10 años para recuperar sus finanzas, lo que indica que esa “platica” no se recauda antes y adicionalmente las EPS en contravía hasta de las normas, están disminuyendo los porcentajes de contratación con la red; por tanto, “La disposición de gobiernos anteriores contradice las mismas normativas en su interior, porque las exigencias del Ministerio de Hacienda ordena aumentar ventas, mientras  la Supersalud aprueba planes a las EPS en donde se proyecta la disminución de recursos a los prestadores vía contratación.  Así las cosas se observa es una clara intención de liquidar a los hospitales públicos”.

Es por esto que la actual reforma a la salud indiscutiblemente en lo concerniente a lo público es el único salvavidas que tiene los hospitales para no ser liquidados y además fortalecerlos para garantizar el goce efectivo al derecho fundamental a la salud de la población Colombiana.

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