Urge fortalecer tu discurso sobre la salud mental; aprender a escuchar y mantener la calma sobre la satisfacción de las necesidades básicas y su incidencia en la conducta humana, la convivencia y la interacción social.

      Preparó: Luis Fernando Pérez Rojas

 CÓMO TENER DIÁLOGOS SOCIALES CERCANOS Y SINCEROS A TRAVÉS DE LA COMUNICACIÓN NO VIOLENTA.

 AFRONTAR LO QUE IMPORTA AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD.

 “He aquí mi secreto.  Es muy sencillo, sólo con el corazón puede verse con claridad.  Lo esencial es invisible al ojo”.   ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY.

                                                                      

Imagínate lo que sería que, al margen de lo que digan o hagan los demás, pudieras escuchar las preocupaciones profundas que se ocultan bajo sus palabras y sus acciones.  ¿Cómo sería asomarse a su corazón ver qué es lo que anhelan de verdad, sentir empatía natural por esa persona? ¿O saber intuitivamente qué es lo que más te importa a ti en cualquier situación que se plantee?

Es posible hacerlo entrenando la atención para identificar las necesidades básicas y los valores humanos.  Se trata de una práctica que es al mismo tiempo transformadora, poderosa y liberadora.  Aprender a ver de esta manera puede llevar su tiempo y exigir cierta disciplina, pero es algo que está al alcance de cualquiera y cuyos resultados calan muy hondo.

Una de las premisas fundamentales de la práctica de la comunicación: Todo lo que hacemos, lo hacemos para suplir una necesidad.  Se trata de un principio tan esencial que me parece necesario ahondar en sus implicaciones conductuales y en el entrenamiento de la atención en el que se apoya.  Para comprender el poder transformador de esta premisa, debemos aprender sobre necesidades básicas y valores.  Saber identificar las necesidades básicas que entran en juego en una situación y afrontarlas con sabiduría aporta más libertad, lucidez y capacidad de elección, lo que nos permite avanzar incluso en las relaciones más difíciles.

Cuando descubrí el concepto de necesidades básicas, según Maslow, en un taller sobre comunicación asertiva al que asistí cuando tenía un poco más de veinticinco años, me quedé anonadado.  Estaba atravesando una época difícil: Me sentía sólo, luchaba por encontrar mi lugar en el mundo y tenía conflictos con    mis compañeros de trabajo y mi familia.  Saber que detrás de mis emociones había algo concreto, motivos verdaderos, fue una revelación y un alivio.  Había encontrado una nueva herramienta -de uso intuitivo- para entender el comportamiento humano: Cada uno de nosotros se limita a hacer todo lo que puede por satisfacer sus necesidades básicas.

En la teoría de la comunicación no violenta y en la obra de muchos psicólogos y sociólogos, el término necesidad tiene un contenido muy concreto, distinto a su uso más corriente.  En el lenguaje hablado, podemos decir “necesito que me escuches” o “necesito que seas puntual”.  Se trata de estrategias, es decir, de ideas sobre cómo satisfacer nuestras necesidades básicas.  Las necesidades básicas son lo que importa, lo que se oculta bajo esas estrategias.  Son valores fundamentales que impulsan nuestros actos.  Si quiero que me escuches, puede que necesite comprensión.  El deseo de mayor puntualidad puede tener que ver con la valoración del respeto, el trabajo en equipo o la eficiencia y eficacia.

Las necesidades son valores centrales que motivan nuestros

actos.  Son lo que más importa, los motivos esenciales por los

que queremos lo que queremos.

 Podemos ver las necesidades básicas como facetas de nuestra humanidad.  Son atributos universales y positivos que animan la floreciente vida humana.  Todos compartimos las mismas necesidades básicas, aunque las sintamos con distinto grado de intensidad y pongamos en práctica estrategias diferentes para satisfacerlas.  Cualquier cosa que esté vinculada a una persona, un lugar, un tiempo, un objeto o una acción concretos es una estrategia.  Algunas estrategias dan resultado; otras, no.  Algunas son prudentes; otras, insensatas.  Cualquier acción puede entenderse como una tentativa de suplir diversas necesidades.  Podemos salir a caminar para mejorar nuestra salud, para relajarnos o para despejarnos.  De igual modo, hay muchas estrategias distintas para satisfacer una necesidad dada: Podemos relajarnos hablando con un amigo, saliendo o haciendo deporte.

  1. UNA CONSTELACIÓN DE NECESIDADES BÁSICAS.

Abraham Maslow fue uno de los primeros pensadores de la era moderna en introducir el concepto de necesidad humana.  En su teoría formativa de la salud psicológica proponía una “jerarquía de necesidades”, descrita a veces como una pirámide, con nuestras necesidades fisiológicas más elementales en la base; las necesidades, como la comunidad, el arraigo y el respeto, en el centro; y las necesidades más elevadas, como encontrar sentido a la vida, la plenitud y la paz, en la cúspide.  Estas ideas de Maslow fueron desarrolladas con posterioridad por el también psicólogo humanista Carl Rogers, que fue mentor de Marshall Rosenberg.

El concepto de jerarquía de necesidades indica que, en muchas situaciones, se hace difícil atender a las necesidades elevadas cuando no pueden satisfacerse las más básicas.  Si sentimos estrés, ansiedad o cansancio, puede que nos resulte difícil mostrar empatía.  La creatividad puede quedar relegada si no disponemos de agua limpia, medicinas o seguridad física, mental y espiritual.

No hay, sin embargo, una jerarquía absoluta de necesidades.  Hay incontrolables maneras de elevarse por encima de nuestras necesidades básicas.  Podemos hacer acopio de paciencia para soportar una conversación difícil incluso estando estresados; los padres y las madres y los amantes se sacrifican a diario por sus hijos y sus seres amados; a lo largo de la historia -y en la actualidad-, los individuos han sido capaces de encontrar dentro de la fortaleza, compasión y perdón en situaciones de violencia y pobreza espantosas.

La jerarquía de necesidades Básicas, según Maslow.

  • Autoactualización: Moralidad, creatividad, espontaneidad, resolución de problemas, falta de prejuicios, aceptación de los hechos.
  • Estima: Autoestima, confianza, éxito, respeto por lo demás, respeto de los demás y respeto a sí mismo.
  • Amor /Afiliación: Amistad, familia, intimidad, sexualidad.
  • Seguridad: Seguridad física, de empleo, de recursos, moral, familiar, de salud, de propiedad privada.
  • Fisiología: Respiración, alimentación, agua, sexo, descanso, homeostasis, excreción.

Nota: –La insatisfacción en algunas o en todas las líneas de la jerarquización de necesidades genera desequilibrios físicos, mentales y espirituales que perturban la armonía conductual y social para vivir en armonía con la sociedad y la naturaleza.  Es decir, se producen grandes desequilibrios en la salud mental del individuo–.

A menudo me conmuevo al pensar en personas como Nelson Mandela, que, tras pasar veintisiete años en prisión, sin poder asistir a los entierros de su madre y de su hijo, dijo: “Al salir por la puerta y encaminarme a la verja que me conduciría a la libertad, supe que si no dejaba atrás mi amargura y mi odio seguiría en prisión”. O cuando pienso en Etty Hillesum, una mujer judía cuyos diarios y cartas narran la extraordinaria transformación interna que experimentó durante la Segunda Guerra Mundial, en la Ámsterdam ocupada y posteriormente en un campo de concentración desde el que fue enviada a Auschwitz. Camino de Auschwitz, donde murió, lanzó una nota desde el tren que decía: “Dejamos el campo de concentración cantando”. Esas seis palabras ponen de manifiesto la fortaleza del espíritu humano para sobreponerse a las circunstancias.

Los seres humanos poseen un profundo caudal de resiliencia. No somos ni podemos ser del todo autosuficientes, pero podemos desarrollar nuestra capacidad intrínseca de resiliencia hasta un grado inconmensurable.  Las necesidades son fluidas.  No hay una jerarquía fija, ni universalmente ni en el plano individual. Más bien, nuestras necesidades son una constelación intima de cualidades interrelacionadas. Las que más valoramos en un momento dado vienen definidas por un sinfín de factores cambiantes.

Y sin embargo todas nuestras necesidades importan. Los seres humanos pueden sobrevivir unos minutos sin aire, unos días sin agua y unas semanas sin alimento. Cuando nuestras necesidades relacionales y elevadas no se satisfacen, existe también un peligro real para nuestra supervivencia, solo que más alejado en el tiempo. Los bebés se mueren sin contacto afectivo. Los niños criados con un déficit de empatía y apego pueden tener dificultades para entablar relaciones saludables a lo largo de su vida.

Muchas personas debemos esforzarnos por restañar las heridas íntimas provocadas por las carencias relacionales básicas que sufrimos en la infancia. Los adultos solo pueden resistir cierto tiempo sin comprensión y calor humanos antes de que la mente se trastorne y el espíritu se quiebre, produciendo desequilibrios físicos, mentales y espirituales que afectan la conducta humana y la interacción social.

La lista de necesidades básicas y humanas del ejercicio siguiente no pretende ser exhaustiva. Indica el abanico de necesidades que tenemos como humanos, cualquiera de las cuales puede estar presente en un momento dado. Los formadores en orientación y consejería, suelen compartir una versión de esta lista allá donde estén, en cualquier lugar del mundo y con personas de todas las culturas y los estatus sociales, preguntando: “¿Necesitas esto para crecer?”  Con pequeños matices, la respuesta siempre es sí.

  • EJERCICIO: Reflexionar sobre las necesidades humanas

En la siguiente página encontrarás una lista parcial de necesidades humanas.  Fíjate en lo que sientes al leer cada palabra. ¿Cuál de ellas te aporta una sensación de apertura, de alegría o de alivio? ¿Hay alguna palabra que te provoque malestar, estrés o ansiedad?  ¿Qué necesidades son más importantes para ti en la vida?  ¿Difieren según los contextos: ¿En casa, en el trabajo o con amigos?

Lista de necesidades básicas y humanas

 Subsistencia -Sustento físico-: Aire, alimentación, agua, refugio, salud, sanidad, seguridad física, descanso, sueño, movimiento.

  • Seguridad: Coherencia, estabilidad, orden, estructura, seguridad emocional, confianza.
  • Libertad -Autonomía-: Elección, desenvoltura, independencia, poder, espacio, espontaneidad.
  • Ocio -Relajación-: Aventura, humor, alegría, juego, placer.
  • Conexión -Afecto-: Aprecio, atención, compañía, armonía, intimidad, amor, expresión sexual, apoyo, ternura, afecto, contacto.
  • De importar: Aceptación, interés, compasión, consideración, empatía, bondad, reconocimiento mutuo, respeto, ser observado y escuchado, ser comprendido, que confíen en mí.
  • Afiliación: Arraigo, celebración, cooperación, igualdad, inclusión, reciprocidad, participación, autoexpresión, solidaridad.
  • Significado -Sentido del yo-: Autenticidad, competencia, confianza, creatividad, dignidad, crecimiento, curación, sinceridad, integridad, inspiración, autoaceptación, autocuidado, autoconexión, autoconocimiento, autorrealización.
  • Entendimiento: Conciencia, lucidez, descubrimiento, aprendizaje, comprender la vida.
  • Significado: Viveza, reto, contribución creatividad, eficacia, exploración, integración, propósito.
  • Trascendencia: Belleza, comunión, fe, esperanza, inspiración, duelo, paz interior, presencia.

POR TU SALUD MENTAL: ¡YO CREO EN TI!

 Fuente Bibliográfica: Adaptada a partir de la versión desarrollada por Inbal, Miki y Arnina Kashtan y publicada con permiso de los autores, www.baynve.org.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                           Medellín, junio 26 de 2023

 

 

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“POR LA GRANDEZA DE NUESTROS MUNICIPIOS Y LA DIGNIDAD ANTIOQUEÑA, ES EL MOMENTO DE VOLVER A PENSAR EN GRANDE”