Las obligaciones nos las imponen desde fuera ignorando que la responsabilidad nace de nosotros mismos. Los líderes de excelencia viven de acuerdo con su conciencia de la que emana la responsabilidad, la cual es una de sus grandes convicciones.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

Más allá del deber está precisamente la responsabilidad.  El primero tiene como base la imposición externa; el deber lo exigen el Estado, la Iglesia, la Familia o la Sociedad; en cambio, la responsabilidad nace dentro del ser humano como una respuesta, devolviendo ya sea porque algo no le pertenece o por gratitud.  Los líderes de excelencia viven de acuerdo con su conciencia de la que emana la responsabilidad, la cual es una de sus grandes convicciones.

Por el contrario, existen lamentablemente, los “excusados” porque se pasan la vida excusándose porque no saben asumir sus errores, son quienes buscan instintivamente la forma más rápida de evadir toda responsabilidad.  Hay quien, por sus equivocaciones ante la adversidad, se deprime y se atormenta demasiado tiempo; hay otros, los peores, que se consideran inocentes de los malos resultados y echan la culpa a otros.  Desafortunadamente, estas personas que se niegan a afrontar su responsabilidad sí pretenden hacer pleno uso de su libertad, cuando esto no debiera ser así, ya que el primer deber que nos impone la libertad es asumir con responsabilidad las consecuencias de cada una de nuestras acciones. 

El anhelo de muchas personas es de convertirse en líderes transformadores, pues esta calificación trae a sus mentes de inmediato el paradigma del poder, de fuerza, de influencia, lo cual equivale a que pueden llegar a lograr lo que desean, lo cual además, es totalmente cierto, lo que no llegan a dimensionar es que el poder trae consigo una enorme responsabilidad, pues el líder es el que guía e inspira a los demás, ya sea para bien o para mal, los puede hacer avanzar o retroceder, acertar o errar y todo se le puede perdonar a un líder menos equivocarse.  Todos aquellos que aceptamos un puesto de liderazgo debemos enfrentar y aceptar la responsabilidad de que nuestra influencia puede construir o destruir a otros seres humanos.

De hoy en adelante no busque más excusas, reconozca su propia responsabilidad en cada resultado obtenido.  Con esta actitud se abrirá paso, ganándose la confianza y el respeto de los que le rodean y le siguen.  El liderazgo personal debe iniciarse por la definición de nuestra propia filosofía de vida.  Pregúntese sinceramente: ¿Está de acuerdo con el mundo actual? ¿Con su entorno? ¿Con su realidad? ¿Se da cuenta de su potencialidad? ¿Está conforme con lo que ha logrado? ¿Es, hoy la persona y líder que desea ser?

Una de las teorías de la Universidad de Harvard, titulada, “el líder nace dos veces”, se refiere fundamentalmente a la permanente inconformidad que caracteriza a los líderes de mejorar lo que hacen y cómo lo hacen, lo que señala diferencia entre el administrador clásico y el líder inspirador.  El primero no se compromete demasiado, negocia, trata de ganar lo adecuado o, al menos, de perder lo menos posible; en casos de emergencia, se mide en su esfuerzo y trata siempre de mantenerse en una posición equilibrada.  En cambio, el líder inspirador, transformador y carismático es apasionado, asume todos los riesgos, cada proyecto que inicia parece ser el último que va a realizar en su vida, los problemas los toma a título de desafío personal; no juega a ganar o a perder, siempre juega a ganar; no deja energías de reserva; es un triunfador, gane o pierda o empate, siempre se utiliza a fondo, da siempre su mejor esfuerzo. 

Al administrador le interesa más el cómo, el procedimiento de hacer las cosas; en cambio, el líder se cuestiona el qué, el por qué y el para qué, poniendo en tela de juicio todas sus acciones, si son las que efectivamente debería realizar.  Es un inconforme por naturaleza, pero no se confunde con el quejumbroso, sino que él o ella están orientados a la acción, a cambiar aquello que no le gusta son excelentes realizadores o hacedores.

Karl Wallenda, uno de los equilibristas más destacados que ha existido decía: “vivir es existir en la cuerda floja; todo lo demás es espera.”  El reto es el mayor estímulo que pueda existir para el auténtico líder; está dispuesto todos los días a empezar de nuevo.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                Medellín, marzo 30 de 2024

¡FELICES PASCUAS!