Por: Balmore González Mira

Para que comencemos a llamar las cosas por su nombre es de toda importancia que clasifiquemos y clarifiquemos que la minería ilegal no existe, ni desde el punto de vista técnico ni desde el punto de vista jurídico, ni desde el punto de vista ambiental. Fundamento mi teoría en que la minería es una sola y podría catalogarse como la acción o el arte de poder extraer minerales o los recursos naturales no renovables desde la madre tierra y eso significa que hacer minería es hacerlo bajo Los estándares internacionales de la sostenibilidad, de las normas ambientales,  de la reglamentación jurídica y de las técnicas de la ingeniería de minas y la geología, como mínimo, por lo tanto la minería ilegal no existe.  La minería es la minería y  lo demás lo podemos catalogar desde la óptica del derecho penal como la extracción ilícita de minerales y así lo tipifica el código penal que regula esta materia en nuestro país.

Cuando no se respetan las normas ambientales, cuando no se respetan las normas de la minería o del código de minería respectivo y cuando se hacen las cosas por fuera de estas reglamentaciones ya no hablamos de minería, por lo tanto la minería no puede catalogarse como minería lícita o ilícita, la minería es una sola y es aquella que se hace con responsabilidad y atendiendo todas las normas que lo regulan dentro de un estado de derecho, por eso siempre tenemos que acatar el ordenamiento jurídico y hacer minería responsable, minería con sostenibilidad, una minería que apunte a la satisfacción de las necesidades del hombre obviamente,  sin acabar con el medio ambiente, sin acabar destruyendo los recursos naturales renovables que están alrededor de aquellos recursos  no renovables que hacen parte de todo el ejercicio de la minería y qué para temas de extracción hay unas políticas internacionales que deben acatarse permanentemente para que ello pueda ser no solo legal sino legítimo dentro de la normatividad mundial en esta materia.

La formalización minera fue una de las prioridades en Antioquia en el último cuatrienio, liderada por la secretaría de minas del departamento y Corantioquia, en asocio con los titulares mineros, en el único propósito de cuidar el medio ambiente y de hacer que el negocio jurídico fuera posible desde la legalidad, que la empresa pudiera generarse de manera legítima y que se cumpliera con los estándares sociales, ambientales, legales, mineros y empresariales, sin que se disparara la explotación ilícita de minerales. Desde la Agencia Nacional de Minería será imposible manejar los asuntos mineros de Antioquia, llevarse la delegación es el mayor atraso para el país y de nuestro departamento,  no solo en un ataque a la descentralización y la autonomía de las regiones, sino atentando de paso contra la locomotora que ha mantenido en pie la economía nacional durante y después de la pandemia, cómo lo es la minería moderna y responsable que se hace en Colombia y que puede mostrar los grandes beneficios generados a través del empleo y del crecimiento económico de muchas regiones.

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