POR: AMYLKAR ACOSTA MEDINA
1) Cómo fueron sus comienzos profesionales?
Sea lo primero decir que cursé la carrera de economía por vocación y convicción. Con solo dos meses de graduado en la Facultad de economía del Alma Mater de la raza, la Universidad de Antioquia, en 1975 concursé y fui seleccionado para cubrir una plaza de docente de tiempo completo. Así me inicié como docente e investigador
universitario, mi profesión, y desde entonces en ejercicio de la misma por espacio de 47 años ininterrumpidos. Actualmente me desempeño como docente e investigador en la Universidad Externado de Colombia y la Universidad del Rosario, al tiempo que hago parte de la Sala general de la Universidad Simón Bolívar.
2) Cuáles son las lecciones que aprendió en estos inicios que aún sigue aplicando?
La principal lección de vida de mis inicios como profesional de la economía es la necesidad de perseverar en el estudio, ampliar mis conocimientos sobre la materia, ser crítico y autocritico y no tragar entero. El conocimiento, por más vasto que sea, no alcanza a agotar la realidad que, además, muta permanentemente, de allí la necesidad de actualizarse y lo que es más importante no quedarse en la teoria, a riesgo de convertirse en un diletante, hay que ir a la praxis, contrastando y contextualizando el conocimiento adquirido. A este propósito viene como anillo al dedo la frase del Quijote: se va anchando Castilla delante de mi caballo. A lo largo de estos años he llegado, además, a la conclusión de que a uno lo que le queda más y mejor aprendido es aquello que enseña.
3) Cuáles son los principios que considera fundamentales para desarrollar su actividad profesional?
El principal de ellos es la ética y el rigor profesional, tomar su ejercicio como misión y no como carrera. Otro principio muy importante es el de la lealtad y la coherencia, que rime lo que se piensa con lo que se dice y con lo que se hace. Tanto en el ejercicio de la docencia como de la política, que siempre la he entendido como la expresión concentrada de la economía, me he guiado por la máxima de Cicerón que reza: la primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas y solo cosas honradas hacer por ellos.

4) Qué significa para usted ser costeño y particularmente guajiro?
Sea lo primero decir que yo antes que colombiano me siento caribe hormonal, como solía decir el Nobel de literatura José Saramago. El haber nacido en un corregimiento (Monguí) de Riohacha significó para mi entrar desde niño en desventaja en la competencia, pero a la vez significó un reto que contribuyó a desarrollar mi espíritu de superación. Yo escapé a la trampa de la pobreza de mis padres gracias al estudio y claro me hice profesional gracias al acceso que tuve a una
universidad pública. Dicho lo anterior, me permito agregar que ser caribe y guajiro a la vez ha significado para mi un gran compromiso: luchar incansablemente para tratar de nivelar la cancha, de que las nuevas generaciones arranquen de la misma grilla de partida, que nadie se quede atrás, para cerrar las enormes e irritantes brechas sociales entre unos y otros.
Convencido estoy de que ello no se v a dar por generación espontánea, se precisa concitar todas las energías de todos para lograrlos, pues, como bien dice Karl Popper, “el futuro no está predeterminado, todos nosotros contribuimos a determinarlo”.
En cuanto a La Guajira en particular los desafíos que he encarado han sido aún mayores, lastrada como ha estado por el clientelismo y la corrupción, amén de la crisis de gobernabilidad que la agobia. Me he hecho el propósito de representarla con probidad y competencia en las altas dignidades siempre que se me ha dado la oportunidad.
Son ingentes los esfuerzos que he realizado en procura de superar sus dolamas, remando contra la corriente y contra la estigmatización y la estereotipación de que somos objetos los guajiros por cuenta de unos pocos. He querido ser un ejemplo para las nuevas generaciones y convencerlas de que no se pueden resignar a ver cómo decae nuestro Departamento y cómo da vueltas en círculo como un barco a la deriva, pues como dijera el Quijote, ni el bien ni el mal son duraderos y siendo que el mal ha durado tanto el bien debe de estar cerca.
5) Qué lo llevó a incursionar en la política?
Me inicié en la política proselitista cuando apenas estaba terminando mi carrera y fui elegido Concejal de Medellín (1974 – 1976), gracias a mi liderazgo en la lucha estudiantil de los años 70’s. Posteriormente fui electo concejal de Riohacha, diputado de la Asamblea de La Guajira y luego Senador de la Republica en tres periodos consecutivos, llegando a presidir el Congreso de la República entre los
años 1997 – 1998.
Lo que me llevó a incursionar en la política proselitista fue mi vocación de servicio y la convicción de cuanto podía hacer desde las corporaciones públicas en beneficio del país y de mi región. Además, quise trascender desde la academia al ámbito político, consciente de que es en él donde se toman las más importantes decisiones que nos incumben a todos los colombianos. Persuadido de que quien no hace política está condenado a padecerla opté por lo primero y pude comprobar en la práctica que si combinamos la academia con la política gana la academia y gana la política.
A mi nunca se me había pasado por la cabeza aspirar al Congreso de la República, porque este estaba reservado a quienes contaban con redes clientelares y cobijados, además, por los gamonales de la política y yo me he caracterizado por mi independencia. Pero, me animé a aspirar al Senado de la República a raíz de la decisión que tomó la Asamblea Nacional Constituyente en 1991 de establecer la
circunscripción nacional y no territorial para la elección de los senadores, lo cual le rompía una vértebra a los feudos podridos, apelando al voto de opinión. Y así osé y lo logré llegar no una ni dos sino tres veces al Senado de la República, sin contar siquiera con un solo concejal y en contra de la anquilosada clase política de mi Departamento.
No falta quién aún, 20 años después de haberme retirado del Congreso de la República, consciente de que uno debe saber retirarse a tiempo, cuando la gente quiere que uno se quede y no quedarse cuando la gente quiere que uno se vaya, me pregunta el por qué me retiré de la política.
Mi respuesta no se hace esperar: yo me retiré de la política proselitista, más no de la Política, con p mayúscula, porque como dijo Aristóteles el hombre es un sól político. Cuando ejerzo mi cátedra, cuando publico mis libros (y ya van 47), cuando publico mis columnas, cuando me pronuncio sobre los problemas del país, particularmente sobre la economía o los temas minero-energéticos, estoy haciendo política, pero por otros medios.
6) Considera que actualmente hace falta liderazgo regional?
Mi respuesta es sí y no. Sí porque el liderazgo político está en crisis en el país y en las regiones.Los partidos políticos, adocenados ideológicamente como están, se han tornado en simples agencias dispensadoras de avales, que se manejan como franquicias, en manos de quienes ostentan la credencial de congresistas en las regiones. Ello ha degradado la política y su ejercicio, al tiempo que ha desprestigiado
a la política y a los políticos, que han perdido ascendiente entre sus prosélitos. La distancia es cada vez mayor entre lo que llamaba Jorge Eliecer Gaitán el país nacional y el país político.
No, en cuanto que en las regiones hay una verdadera eclosión de liderazgos sociales, sin precedentes, los cuales se encausan a través de las organizaciones no gubernamentales (ONG), juntas de acción comunal, consejos comunales y movimientos sociales y ambientalistas de distinto género, cada vez mas empoderadas, que son las que están imponiendo la agenda a nivel regional.
7) Qué es necesario para que surjan más líderes que trabajen por los intereses de la región?
En primer lugar, se impone la necesidad urgente, inaplazable, de una reforma política y electoral de fondo, honrando el compromiso pactado en el Acuerdo final que se firmó con las FARC, que dio lugar a unas propuestas muy sensatas de parte de una Comisión de expertos integrada para el efecto, pero que reposa en los anaqueles del Congreso de la República mientras se tramita un remedo de reforma,
justo y a la medida de los interesados, para soslayarla.
En segundo lugar, hay que fortalecer los mecanismos de participación ciudadana prescritos en la Constitución política, pero que más de 30 años después de expedida siguen sin desarrollarse, convirtiéndose en letra muerta en la Carta Magna. Y algo muy importante, debe implementarse una estrategia de protección eficaz a los lideres sociales y ambientales, dada la racha de atentados y asesinatos de los cuales vienen siéndo víctimas, en medio de una aterradora impunidad.
8) Cuál considera usted que es su principal legado para el Caribe colombiano?
Mi principal legado para el Caribe y para Colombia es que se puede ser político y honrado a la vez, que es posible ejercer los cargos públicos y ser congresista con idoneidad y transparencia. Hemos predicado con el ejemplo. Los múltiples estudios, investigaciones, escritos y publicaciones, en los cuales he sentado mi posición sobre
los más diversos problemas que aquejan a nuestra región son mi principal legado. Todo el bagaje de mis conocimientos se los he venido transmitiendo a la generación de relevo que viene detrás de nosotros, como aporte al cambio de aptitud y actitud de cara al futuro de nuestra región.
Hemos sido promotores de la autonomía, la integración y el desarrollo regional. A nuestro paso por el CORPES logramos desagregar las partidas globales en el Presupuesto general de la Nación, para poder visualizar la participación de cada región en el mismo y a partir de ello se pudo aumentar sensiblemente la participación de la región Caribe en el mismo.
Además, a través del Congreso de la República fui autor y/o ponente de varias leyes de hondo calado e interés para nuestra región. Destaco entre ellas la Ley de Veedurías ciudadanas (Ley 850 de 2003), la Ley 141 de 1994 de regalías y la Ley eléctrica 143 de 1994. Y en mi calidad de Ministro de Minas y Energía le di todo el apoyo e impulso para hacer posible la aprobación por parte del Congreso de la República de la Ley 1715 de mayo de 2014 de la autoría del Senador José David
Name. Gracias a esta Ley la región Caribe esta llamada a convertirse en Hub regional energético de Colombia dado el gran potencial que posee en fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER).
9) Piensa que desde la misma región se puede gestionar el cambio que se requiere para mejorar los indicadores de pobreza, desempleo e informalidad?
Colombia es el País de las desigualdades y disparidades interregionales e intraregionales, de la concentración del ingreso y la riqueza, amén de la tenencia de la tierra. La pobreza, el desempleo y la informalidad es mucho mayor en la periferia que en el centro del país. Y ni se diga en cuanto se refiere al índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI), que es mucho mayor en las regiones del Caribe y el Pacífico.
Ello obedece a un modelo económico que ha impedido que la dinámica de crecimiento del país sea mayor y de remate la concentración de los beneficios del anémico crecimiento del PIB han acentuado los desequilibrios sociales y regionales. De modo que este estado de cosas no va a cambiar mientras no se cambie de cuajo el actual modelo de desarrollo económico, el cual ha fracasado y ello depende de decisiones del orden nacional.
Desde luego, no hay que esperar cruzados de brazos que desde Bogotá  se haga la tarea, desde la región se debe replantear dicho modelo, un principio para ello son los planes regionales de competitividad (PRC) que se elaboraron hace ya más de diez años, sin que se implementen, como tampoco se ha avanzado un ápice en la implementación de la Agenda interna para la competitividad (AIC) que se elaboró a partir de los mismos. El nuevo modelo económico debe tener como estrategia fundamental la transformación productiva, diversificando la economía, debe ser incluyente y sostenible, promoviendo la industria, la agricultura y el turismo, teniendo como punta de lanza la Transición energética justa.
Cota, marzo 11 de 2023
www.amylkaracostamedina.net

RECIBIDO ESTE ARTÍCULO COMO FINA ATENCIÓN DEL SEÑOR FABIO ESTEBAN BARRERA MARTÍNEZ