Por: Sergio Zuluaga Peña.*

No hay duda que la ley está por encima de nosotros los ciudadanos de a pie.  Pero, ¿también está por encima de las poderosas empresas, multinacionales y políticos autoritarios?

Valga solo pensar en las operaciones comerciales transfronterizas de hoy día, desarrolladas en internet y las grandes corporaciones que las operan, cabe pensar si también ellas obedecen la ley como cualquier ciudadano…

A la luz de los crecientes contenidos dañinos, violaciones de la privacidad y otros impactos de los gigantes tecnológicos en los derechos humanos; cabe preguntarnos si para estas empresas el Estado de Derecho y la ley está por encima de ellas o ellas encima de él¡.

Hay claras evidencias de que estas empresas no realizan la debida diligencia en materia de derechos humanos en sus cadenas de suministro globales y desde la perspectiva del Estado de derecho.  Los principios del Estado de Derecho, como el acceso a los recursos y la seguridad jurídica, son conceptos que ya no observan la universalidad del Estado de derecho, o al menos esa poderosa idea de que incluso los políticos y los monarcas están sujetos a la ley. Sin embargo, en una era de corporaciones poderosas, delitos cibernéticos internacionales y apoyo popular a los líderes autoritarios, el Estado de derecho está amenazado en todo el mundo.

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