Por LUIS ALFONSO PÉREZ PUERTA.

 Después de un largo trayecto marcado por aciertos y desaciertos, he alcanzado una síntesis significativa: el verdadero camino espiritual se transita en solitud, como un solitario en medio de la multitud, tal como nos enseñó un sabio Maestro: “vivir en el mundo sin ser del mundo”.

Por otro lado, el sendero terrenal, guiado por la visión materialista que exalta la sensualidad, el amor humano, el trabajo y las adversidades, se transita en compañía, entre individuos comunes, en la lucha por la supervivencia, en el tumulto de la existencia. La máxima es trabajar y trabajar para ganarse el sustento con el sudor de la frente.

Los talleres de escritura, las actividades artísticas, la búsqueda de empleo, la necesidad de compañía, la expresión sexual, todas estas experiencias se desenvuelven entre seres demasiado humanos, no entre almas, sino entre simples mortales que luchan por subsistir.

El amor platónico, por su parte, pertenece al ámbito espiritual: surge entre almas fatigadas de lo mundano y efímero, que solo anhelan a un Dios que trasciende este mundo. Es el umbral hacia el camino espiritual, no el camino mismo. Amar desde el alma prescinde de contactos físicos o virtuales. La comunicación es puramente mental, sin necesidad de tocar ni siquiera hablar. Así, cada uno sigue su propio camino en solitud hacia la verdad, y cuando estén listos, se unirán con serenidad y alegría, sin remordimientos, para acercarse juntos a la verdad.

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Luis Alfonso Pérez Puerta.

Comunicador Social Periodista, actor y escritor.

Chigorodó, Antioquia, diciembre 1 de 1961.

Residencia: Belén, Medellín, Antioquia, Colombia.