Félix Alfázar González Mira

Las dinámicas circulatorias de la historia se repiten por el empuje de las generaciones o por la circunstancia arrolladora de sus ventajas comparativas.

La historia de nuestro departamento empezó a escribirse por Urabá con las fundaciones de San Sebastián de Urabá y de Buenavista en terrenos hoy de Necoclí. Y continuó por el Occidente con Robledo conquistando el río Cauca; avanzando con Francisco Herrera Campuzano y las fundaciones de San Jerónimo y Sopetrán hacia 1616. Luego vendrían las de Buriticá y Sabanalarga.

En las décadas de los años 70 y 80 del siglo XVI dos gobernadores de la provincia de Antioquía, Francisco Silvestre y Antonio Mon y Velarde, le dieron fuerte impulso al desarrollo regional con la minería, caminos, educación y la fundación de poblaciones.

Con la constitución radical de Rionegro de 1863-1886, se consolidó Antioquia cómo la región líder en el concierto nacional. La construcción del puente José María Villa y la carretera al mar fueron la impronta dejada como herencia para nuestra región.

Vuelve y juega el círculo de la historia para la región de Occidente y Urabá. La alta inversión público-privada que se está realizando transformará para bien o para mal esas regiones de nuestro departamento. El túnel Guillermo Gaviria Echeverri sobre la cordillera occidental y los puertos sobre el mar caribe serán los mayores detonadores de la arrolladora dinámica económica que esperamos se produzca para un vivir mejor de sus habitantes.

Las autoridades y los dirigentes regionales tienen la responsabilidad y la obligación de aprovechar y bajar al territorio tres políticas públicas anunciadas por el nuevo gobierno y que encajan perfectamente dentro de la vocación y ventajas geográficas que ofrece la Mejor Esquina de América. Con mayores veras cuando observamos que en menos de dos años estarán concluidas las Infraestructuras de conectividad que actualmente se adelantan.

Me refiero al impulso de la agroindustria, al turismo y al desarrollo de energías renovables.

Productos agroexportables como aguacate Hass, limón Tahití, gulupa, uchuvas, mango, sandía y piña. Sin mencionar el Marañón para el bosque seco tropical desde La Pintada hasta el puente pescadero y el norte de Urabá. Y la tilapia exportable cebada en ese inmenso estanque de Hidroituango. A exportar en dólares con demanda creciente en el mundo entero.

Como no insistir en el sector del turismo cuando no hemos incursionado en la naturaleza remota y parajes ecológicos cómo el parque Nacional Natural de Las Orquídeas con zonas de vida entre los 340 metros sobre el nivel medio del mar hasta los 3450. Maravillas de la naturaleza es lo que se encuentra ahí entre los municipios de Frontino, Urrao y Abriaquí. El gran estuario que es el golfo, las ciénagas, ríos y bosques que posee esa ubérrima región de Urabá.

Todo está por descubrir para mostrárselo a buena porción de los 12 millones de visitantes al año que espera el gobierno como meta en este sector vital para la economía regional. Aeropuertos en Urrao, Frontino, Carepa, Turbo y Necoclí serán definitivos para aprovechar esta política del nuevo gobierno nacional.

He leído que el bosque seco tropical del Cauca medio y la parte noroccidental del Urabá son inigualables, por sus condiciones atmosféricas y de luminosidad, para desarrollar con éxito proyectos de energía solar y eólica.

Ahí tenemos pues, en esos tres sectores, todo el potencial para que en una articulación entre los gobiernos municipales y el departamental, se bajen al territorio recursos de diversa naturaleza a fin de irnos consolidando como La Mejor Esquina de América.

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