EL  DESPERTAR  POPULAR COMIENZA  A  PREOCUPAR

Por:    IVÁN ECHEVERRI VALENCIA

El mundo hoy vive una convulsionada situación donde se presentan brotes de revolución, golpes de Estado, agitaciones  y una violencia colectiva que pone en graves aprietos a los gobiernos de turno.

Casi ninguna región del mundo ha escapado a estas clases de movilizaciones populares con orígenes y consecuencias distintas como las ocurridas en el  mundo árabe, África, Europa y ahora en el continente americano.

Últimamente el movimiento social se ha hecho sentir en Francia, Grecia, Reino Unido, España y en nuestra región en países como Nicaragua, Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Perú y Ecuador.

Lo que se vive en nuestra región es el agotamiento  de un modelo económico asfixiante para las clases media y popular, sumiéndolas a tal grado de postración a punto de reventar.

La explosión social que actualmente estamos experimentando ha incitado a que diversos sectores de la sociedad se manifiesten en contra de la actual situación de miseria, de desempleo, de corrupción que han conllevado a un desmejoramiento de la calidad de vida e incrementado la desigualdad social.

Colombia, no es ajeno al actual descontento que se vive en otros países, por lo que se han dado varias protestas y se preparan otras por parte de víctimas, indígenas, estudiantes, docentes, campesinos y trabajadores, que hace que nuestro país sea hoy una olla a presión a punto de estallar.

La movilización social sé acrecentará mientras subsista el incumpliendo de los acuerdos pactados entre el gobierno y distintos sectores de la sociedad civil, la educación siga siendo la más costosa, que se continué con la privatización de la educación pública, que se haga cierta la propuesta de pagar el 75% de un salario mínimo los recién egresados de la universidad;  que a los trabajadores  se les quite los derechos adquiridos y la estabilidad laboral, que se modifique el régimen pensional,  aumentando la edad, las semanas de cotización y el aporte que pasaría de un 8 al 12% y que se pretenda acabar con Colpensiones.  No podemos echar en saco roto el problema de la salud, convertido en un verdadero paseo de la muerte, por la ineficiencia y mezquindad de los prestadores de este servicio.

Chile que era nuestro paradigma y del cual le copiábamos muchas medidas económicas y administrativas, de la noche a la mañana pasó del “oasis” al infierno, así lo reconoció el presidente Piñera, quien se excusó con su pueblo, por la indiferencia de su gobierno a sus necesidades… 

El descontento que se vive en Latinoamérica y más concretamente en nuestro país, no se le puede indilgar solamente al castro‑chavismo o al  foro de Sao Paulo, sino también a la desidia e indiferencia de los gobiernos, de la clase política y del empresariado en la búsqueda de soluciones efectivas para vencer la inequidad que hoy sufren las clases medias y populares.

Tengamos presente, que las movilizaciones sociales, se atienden con el diálogo y no a punta de garrote y bala.