Un equipo sin alma

Pedro Juan González Carvajal

Que pereza tener que volver a insistir con el tema de nuestro muy amado equipo Atlético Nacional, pero lo malo de ser grande es que al colocar la vara muy en alto, sube obviamente el nivel de exigencia de los públicos de interés, y en este caso, de nosotros los hinchas de a pie.

Lamentablemente, en lo deportivo, fuera de querer ganarlo todo como es apenas obvio, el tema de sacar jugadores de la cantera para visibilizarlos y venderlos prontamente al mejor postor, pues beneficia el flujo de caja, pero impide desarrollar cualquier tipo de los mal llamados procesos que se invocan.

La estrategia de reenganchar veteranos que fueron referentes en años anteriores no deja de tener su lógica, siempre y cuando no lleguen ya muy pasados de años, pues lo que se genera es poco aporte en lo futbolístico y desgaste de su bien ganada imagen ante la fanaticada.

Otro aspecto recurrente es la pésima visión para contratar refuerzos extranjeros. De pronto desde la llegada de “Moralito”, hace ya casi 20 años, no ha habido ninguna figura deslumbrante y si una gran cantidad de jugadores mediocres y malos.

Hay que cambiar la forma de ubicar, contactar y contratar verdaderos refuerzos extranjeros.

Otro aspecto es el asunto de los técnicos: Hoy Bodmer, tiene 42 años. Pacho Maturana ganó la Copa Libertadores a sus 40 años. Bolillo Gómez quedó campeón de 35 años. Luis Fernando Suárez quedó campeón de 40 años. El Sachi Escobar quedó campeón de 41 años, Juan José Peláez quedó campeón de 36 años.

El tema de la edad es importante pero el que es bueno es bueno.

También hemos tenido técnicos adultos y maduros que han dado excelentes resultados, como Curti, López Fretes, Zubeldía, Cubillas, Osorio y Rueda entre otros tantos.

De igual manera hemos tenido verdaderos líderes dentro de la cancha, jugadores que le ponen el alma al juego y contagian a sus compañeros. Y que hoy lamentablemente escasean.

Recordemos en los años 70 al “Zurdo” López, a Retat, a Sarmiento, a Maturana.

En los años 80 a Andrés, a Alexis, a “Barrabás” Gómez, a Leonel.

En los 90 a Aristi, a “Carepa” Gaviria, al “Chicho” Serna.

En los 00 al “Ringuito” Amaya.

En los 10 a Juan Pablo Ángel en su segunda etapa, a Mejía, a Henríquez, a Macnelly, a Sebastián Pérez.

En los 20, como único rescatable a Sebastián Gómez y hoy en día, pues estamos huérfanos de “Capo” dentro de la cancha, lo cual se evidencia cuando cada vez es más frecuente encontrar jugadores que tienen el balón y abren los brazos impotentes, al no encontrar con quien jugar.

Ni hablemos de los Dirigentes: Un Hernán Botero, un Sergio Naranjo, un Juan Carlos de la Cuesta, hasta el momento han sido irreemplazables.

Tuvimos la fortuna de la llegada de la Organización Ardila pero como todo en esta vida, en este momento de la historia, pareciera que el Club más grande de Colombia ya no es de su principal interés y estamos cayendo en la equivocada figura de que los hijos del dueño entren a los cargos directivos, lo cual no ha funcionado ni funcionará. En Colombia hoy tenemos varios penosos ejemplos.

Toda esta retahíla es un triste desfogue ante la impotencia de ver como un gran equipo, el más grande del país, a pesar de que recoge algunos triunfos, por miopía administrativa y deportiva ha dejado de ganar todo lo que se quiera proponer, por falta de visión, de estrategia y de buena gerencia.

Sigamos haciendo fuerza por nuestro equipo amado.

NOTA 1: Influenciados por los actuales patrocinadores del Campeonato que hoy se denomina Liga, las grandes empresas de apuestas -con lo que no estoy en nada de acuerdo-, se ha magnificado, con la aquiescencia de los analistas y los narradores, aquello de la DATA, que sirve para justificar lo injustificable. Para mí, la única DATA que sirve son los goles y los puntos.

NOTA 2: Se ha dicho que la responsabilidad deportiva la tiene la Comisión Técnica, el Cuerpo Técnico y obviamente el Director Técnico.

Sin embargo, las contrataciones y los contratos pasan directamente por la Junta Directiva y el Presidente, quienes ante los fracasos deportivos también deben aceptar y reconocer su responsabilidad.

Adjunto la tabla de premios establecidos por la CONMEBOL para la Copa CONMEBOL LIBERTADORES de 2023, torneo que es el premio al cual todos los equipos quieren acceder en esta parte del continente. Todavía no se han actualizado los valores para el 2024.

Hay que reconocer que lo que está en juego en términos económicos no es de poca monta y que las continuas decisiones desacertadas de los dirigentes y la falta de resultados del director técnico hacen que un equipo como Atlético Nacional vea con alto riesgo e incertidumbre, el poder acceder a los premios establecidos por pasar a las diferentes fases, a los Octavos de Final, a los Cuartos de Final, a las Semifinales, o llegar a la final y ser Subcampeón o Campeón.

Llegar a la final del torneo le da 7 millones de dólares al perdedor y 18 millones de dólares al ganador.

No estamos hablando de cifras de poca monta, por lo que quienes tienen la responsabilidad de conducir al equipo en lo administrativo, en lo económico y en lo deportivo deben tener la entereza de aceptar sus errores y proceder en consecuencia, renunciando, como lo hace cualquier ejecutivo de talla.