Por Iván de J. Guzmán López

Este viernes 19 de noviembre, estamos seguros, Colombia será elegida para presidir la Convención de Ottawa. Será un hecho relevante para la Paz, y, en general, para el bienestar del campo colombiano y para la imagen de Colombia ante el mundo.

Colombia se ha convertido en referente internacional con el componente de Acción Integral para las Minas Antipersonal, AICMA. Veamos: para 2016, de los 1.122 municipios de Colombia, se estimó que 715 estaban contaminados. De estos, 456 ya se encuentran libres de sospecha de minas antipersonal, y 184 municipios se han liberado durante el Gobierno del Presidente Duque, lo que lo convierte en el gobierno de mayores logros en este campo, gracias a la acción coordinada con los operadores civiles y militares y el acompañamiento de los dos componentes de verificación. Hoy, el 77% del territorio Nacional está libre de sospecha, y antes de que termine este gobierno, se calcula, será entregado, al próximo, con más del 80% del territorio Nacional, libre de este flagelo monstruoso y criminal.

​​​​​​​​​Según la página de la Presidencia, en su componente Convención de Ottawa, “Colombia firmó la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, ​producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción,  el 3 de diciembre de 1997. Lo ratificó el 6 de septiembre de 2000 y entró en vigor el 1 de marzo de 2001. 162 países en el mundo son Estados Parte de la Convención de Ottawa, según la Unidad de Apoyo a la Convención (ISU, por sus siglas en inglés) ​en Ginebra, Suiza. La Convención, al incluir la provisión de asistencia a las víctimas, trasciende de un tratado que limita el uso de un método de guerra a un Tratado de Desarme Humanitario.

Las Minas Antipersonal (MAP) son una tragedia para Colombia, están instaladas en una amplia parte del territorio nacional, en especial sobre los campos donde habitan campesinos, colonos, comunidades afrodescendientes e indígenas; no distinguen raza, religión, sexo, edad, combatiente o civil. Son una clara violación a los Derechos Humanos y una infracción al Derecho Internacional Humanitario. Es por esto que el país ha establecido un sistema normativo que permita cumplir con el propósito del Tratado de Ottawa, plasmado en la Ley 759 de 2002 y varios Decretos Reglamentarios, que constituyen la base jurídica en materia de Desminado Humanitario, Educación en el Riesgo de Minas, Asistencia Integral a Víctimas y el Sistema de Información para el Estado colombiano”.

En palabras del Alto Comisionado para la Paz, el doctor Juan Camilo Restrepo Gómez, la importancia de presidir la Convención de Ottawa, estriba en que “un territorio libre de sospecha de riesgo de Minas Antipersonal, es un territorio que estimula la propiedad privada; es progreso, prosperidad, pero también es un territorio que le apuesta a la legalidad a partir del fortalecimiento institucional; incluyente, participativo y con oportunidades; es un territorio que nos permite abastecer el mercado agropecuario interno y fortalecer el mercado internacional”.

Sin duda, el trabajo permanente, con devoción, con amor por el campo y por Colombia, signado en la búsqueda permanente de la paz, por parte del Alto Comisionado para la Paz y su equipo de trabajo, se evidenciará esta semana en La Haya; pondrá muy en alto el nombre de Colombia y nos permitirá, desde la Presidencia de la Convención, entregar lineamiento para combatir este crimen horroroso, y pondrá al servicio del mundo su capacidad técnica y humana al servicio de la población más desvalida e inerme (que es la que enfrenta en carne propia los conflictos), a partir de su amplia experiencia probada en estadísticas, programas y proyectos exitosos, bien reconocidos por los pueblos vecinos y el mundo entero.

Esta semana marchará hacia La Haya una comisión liderada por la doctora Alicia Arango Olmos, embajadora permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, y el doctor Juan Camilo Restrepo Gómez, Alto Comisionado para la Paz de Colombia, en busca de mejores posiciones para combatir el terrible flagelo de las Minas Antipersonal y  lograr para Colombia la Presidencia del Tratado de Ottawa.

Buen viaje. Colombia los espera al terminar la semana, con el reto y la oportunidad de Presidir la prestigiosa Convención de Ottawa.