Por: Margarita María Pérez Puerta

ATERRIZAJE EN EL CORAZÓN

Un día cualquiera

Un ser alma

Aterrizó en este corazón

Cuál es demasiado loco

En su pasión de ese rostro puro

El que nunca deja su clara mirada

Bajo ese cariño verdadero

Dado por nuestro gran Arquitecto

Quien habla siempre silenciosa

Y con lumbre sincera

Para enseñarnos a redimir

Ese solemne discernir

En cada palabra dicha

A diario de nuestra respiración

En un espacio de conmoción.

El aterrizaje en el corazón

Emerge en estrellas

Fluyendo en el cielo

Y en un vaso de agua

Que bebo a diario

Por aquella sed

Que se siente a Merced

Del amor feneciendo cada día

Tres palabras

Tres gestos

Quedan en ese infierno planetario

El que hoy vive cada ser social

Por no saber dirigirse en el amor

Sin ir hacia rencor antisocial

Aquel que confundiendo aromas

De la esencia humana

A través de la misma masa.

ROJO

Rojo  mi ropaje y medias

Rojo su rostro

Cuando alguien pegó fuerte

A través de un enojo

Que enmarca letras

Al son de una mirada firme

Que fluye en ese fuego

De todo atardecer

Bajo un incierto acontecer

Rojo aparece una cinta

Colgada en el cuello

De una hermosa niña

Que se ha hecho mujer

E inicia a derramar

Con tanto malestar

El líquido rojo:

Sangre cada mes

CONFORTAR

Vomitar lo guardado

Aquello en el interior

Cuál suaviza siempre

Ante un cariño firme

El del Ser Superior

Que suele ser amor

Entre mucho rumor

De quien no es feliz

Con mi presencia

Y por ello llora y habla

En cuerpo y alma

Bajo dulces susurros

Al lado de quien cree

Su verdadero amigo

Vertiendo a ese amar

Sin ir al malestar

De no ser poema solemne

Escrito por el Arquitecto

Quien sabe el hablar

De mujer concreta

En esa jovial unidad

O sea, la que se repite

Siempre con su palabra

UNA CRIATURA CAMBIADA

Un 20 de junio de 1964

Nace una bella criatura

Y desaparece de la cuna

De la señora María Gaviria

Al lado se haya

La mujer triste

Por haber traído un ser feo

Cuál ni se atreve a mirar

Es su gran malestar

Entonces, le pide a su amiga

Que se vista de enfermera

Para robarse la niña que se haya

Al otro lado

Su madre duerme

Y no se dará cuenta

Que le han cambiamos  su retoño

Así fue como la joven del mismo pabellón

Entre agitada conmoción

Cambio la cinta con el nombre de la señora

Y lo dejó en el brazo del adefesio

Que tuvo por hija

Y abrazó a la hermosa bebé

Cogió sus cosas

Junto a la amiga y novia

Desaparecieron del hospital

Sin dejar rastro alguno

La Señora María despertó

Y miró a la cuna

Y vio tremendo ser feo

Llamó a alguien

Para decir:

Esa no es mi bebé

Traigan a mi verdadero bebé

Los médicos y enfermeras

Le dicen:

Esa no es

La señora les grita

No es quien traje al mundo

Mi bebé relucía belleza

Y esto es un sacrilegio

Los médicos y enfermeras

Miran atentamente al bebé

Y uno de los médicos recuerda

Es cierto, el ser que ayude a nacer

Era diferente al que vemos acá en la cuna

 No sé explicaban como desapareció criatura

Y resultó otra que no se bien

Ante los ojos de cada ser vivo

Llegó el marido de María

Y también se asustó con bebé cambiada

Las horas pasaban y nada que se resolvía enigma

Entonces, decidieron aceptar tal monstruo que alguien les dejó por vergüenza para mirar

Aquella mujer enigma se robó el bello verso de María

Para ver un sol dulce que le ayude a olvidar que tuvo un adefesio como retoño

María y su marido no les dijeron nada a los cinco hijos ni a la familia cercana para que no se burlaran de ese ser tan feo a la mirada del cosmos

La hermosa pareja e hijos

Conviven con su eterna infelicidad

Por ver tal presencia junto a ellos

Que hasta sus días

Se ha vuelto una carga intolerable

Para su diario devenir

Una familia noble carga con su caos

Hasta verter vejeces tejiendo

Hoy una enfermedad incurable

Que acaba con criaturas bellas

Ante una tierra muriendo

Por aire contaminado a través

De tanta suciedad creciendo hasta colapsar la misma sanidad

Lo bueno y positivo que tuvo

Ese ser vivo frente a los ojos

De la Señora María

Era un ser sensible y tierno

Con quién la acogió

Después del  rechazo

De criatura cambiada

Y residuo del planeta

Siempre fue cariñosa

Sensible con los señores

Que la acogieron

Después de que la dejaron

Cómo cambio del último párvulo

De ese devenir a través de la edad

35 que aquella hermosa fémina

Que murió en vida desde el instante

En que perdió su último retoño

Frente a los cinco hijos

Formateando sin igual poema

De ese gran amor

Enseñado por Dios

Y por ello, aceptó criar un ser diverso

A sus hijos, cuáles verán en esa fealdad

Toda mentira y vergüenza

Para absorber entre cautiverios

Del miedo y la angustia

A morir en su propio malestar

Que solemos atravesar

Por ver una ser alma diverso

Al de cada mirada

Entorno a Natura

La familia ve pasar el tiempo

A prisa con ese ser concreto

Que sabe tal verdad

Por la gran Señora

Que antes de morir

Le dice

Tu vida crecerá en caos

Después de su muerte

Porque nadie va a aceptarte

Todos te verán como engaño

De la naturaleza

Así como quien te cambió

Por mi dulce retoño

Sólo yo te acepto

Por verter amor dulce

En tu mirada café

Cuál hace cubrir fealdad

En un gran verso de sensibilidad

Que urde en pura cordialidad

Bajo un planeta feneciendo

En manos de la insolencia

De quienes no creen en ese virus acabando con cada hijo del orbe

2 Comentarios

  1. NOTA:
    Leyendo y releyendo miro con atención que erré en una expresión que le puse un monosílabo, el cual no cabe en ella.
    ” Le cambiamos su retoño”
    Ahí no cabe tal monosílabo: HAN

  2. NOTA:
    Cometí o erré en alguna expresión dónde plame un monosílabo que no con arena con la frase: ” Que le cambiamos su retoño”
    Ahí erré con este monosílabo: Han
    No debe ir en ella

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