UNIVERSIDADES   SIN   BARRERAS

Con la actual inconformidad que se vive en algunas universidades en el país, se desconoce a ciencia cierta cuales son realmente sus pretensiones, haciendo más difícil la promoción de canales de diálogos para  encontrar soluciones definitivas.

Lo único claro es que la protesta ha terminado en una serie de desmanes en los que participan estudiantes, desempleados y hasta ciudadanos extranjeros que se encuentran en la informalidad según señalan las autoridades.

Los gobiernos de Antioquia y de Medellín, tampoco tienen la fórmula para darle salida a este espinoso impase, solo se atienen a respaldar las movilizaciones, pero sin  tener un efectivo control sobre ellas, perjudicando a comerciantes y comunidad en general.

Los vándalos y los famosos capuchos, se dedican siempre a pescar en río revuelto y a generar  toda clase de caos, distorsionando la protesta y violando todos  los códigos y protocolos, la situación  se agrava aún más cuando las autoridades son incapaces de capturarlos y de judicializarlos.

El Gobernador de Antioquia ha lanzado la iniciativa de eliminar las barreras de ingreso al campus universitario de la UdeA. Se precisa   saber si la misma fue socializada y estudiada en el Consejo Superior y demás estamentos universitarios o simplemente es una idea deshilvanada en la actual coyuntura o es el lanzamiento de un paracaídas como sofisma de distracción.

Esa propuesta que cuenta con el apoyo del Alcalde de Medellín, tal vez pueda ser válida en otro momento, es decir, cuando hayamos superado todos los conflictos sociales, económicos, de orden público,  de seguridad y la problemática universitaria; pero sin antes lograrlo, sería un desatino que posiblemente tengamos que lamentar.

En Medellín, digamos la verdad, los problemas de inseguridad subsisten, a causa del desempleo, a la falta de oportunidades y lo más preocupante es que la pobreza y la descomposición social, es el común denominador.

El Departamento y la ciudad capital requiere es una verdadera intervención, ya que por las causas anteriores el actual panorama es desolador,  incrementándose los hechos delictivos en calles y parques, el consumo de la droga y del narcotráfico, la trata de blanca y la prostitución.  Hoy las autoridades policiales a pesar de toda su buena voluntad para copar todos los espacios son insuficientes aunque cuenten con todo el apoyo tecnológico,

Si no hay control, hoy, en los predios universitarios totalmente enmallados, con porterías y vigilancia privada y pasa lo que tanto lamentamos, lo que podría ocurrir con el derribamiento de las barreras, es la posibilidad de que se desate una guerra por el control del territorio por parte de quienes de manera irregular, actúan en ella..

En el 2017, el entonces  rector de la Universidad de Antioquia Mauricio Alviar, con la premisa de devolverle el Alma Marter a la ciudad, también propuso remover las mallas que circundan el campus universitario, pero ante los temores por la inseguridad que esa decisión pudiera generar, la abortó.

La idea, no la podemos desconocer  es muy loable, es un gran sueño, una idealización, pero, primero debemos asentar cabeza y comenzar a trabajar con todos los estamentos universitarios y la sociedad, creando conciencia  ciudadana, proponiendo condiciones de seguridad, de convivencia y de inculcar una verdadera cultura parecida o superior a la del Metro, porque improvisar,  sería peor el remedio que la cura.

La primera tarea de educación, sensibilización y persuasión por parte de las autoridades, sería comenzar con el levantamiento de las vallas que encierran el Centro Administrativo de la Alpujarra y todas las demás Oficinas y Establecimientos Públicos esparcidas por toda la ciudad y el departamento.