Petro designa al jurista Iván Velásquez para manejar relación con militares

Bogotá, 22 jul (EFE).- El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, tendrá como ministro de Defensa al jurista Iván Velásquez, excomisionado contra la impunidad en Guatemala, cuya labor será clave para la promoción de los derechos humanos en las Fuerzas Armadas y para mantener la armonía en el primer gobierno de izquierda del país.

El nombre del ministro de Defensa era uno de los más esperados del gabinete de Petro, que asumirá el próximo 7 de agosto, ya que tendrá bajo su mando unas Fuerzas Armadas y de Policía que durante décadas han transitado por una doctrina de confrontación contra el enemigo interno, en particular contra los grupos guerrilleros, de uno de los cuales hizo parte en su juventud el presidente electo.

Petro fue miembro del Movimiento 19 de Abril (M-19), que firmó la paz con el Gobierno en 1990. Ese pasado guerrillero no es bien visto por un sector de las Fuerzas Armadas, de las cuales será comandante en jefe.

PROMOTOR DE LOS DD.HH.

La designación de Velásquez, de 67 años, es también una señal del cambio que puede darse en el estamento militar en cuanto al respeto de los derechos humanos para acabar los abusos y combatir la corrupción en el manejo del millonario presupuesto del sector de la Defensa.

“Iván Velásquez es reconocido en la región por su tenacidad, integridad y compromiso con la lucha contra la corrupción y por los Derechos Humanos”, destacó en declaraciones a Efe el investigador sénior de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juan Pappier.

En una entrevista a Efe en Guatemala el año pasado, Velásquez mostró su preocupación por los derechos humanos en Colombia al señalar que el país vive un “momento dramático”, de “represión, muerte y abandono” en los territorios y con un aumento de la violencia contra líderes sociales.

A finales del mes pasado, cuando la Comisión de la Verdad divulgó su informe final sobre las causas y orígenes del conflicto armado colombiano, Velásquez destacó en Twitter la propuesta de “crear una comisión internacional o mixta para investigar graves violaciones a derechos humanos y corrupción”, algo que, según dijo, es una de las “coincidencias” con el programa de Petro.

“La corrupción estructural que padece Colombia sólo puede ser enfrentada con medidas radicales y urgentes”, opinó recientemente en las redes sociales.

INVESTIGADOR DE PARAPOLÍTICA

Al anunciar la designación de Velásquez, Petro destacó el trabajo que éste hizo cuando fue magistrado auxiliar de la Corte Suprema, en la primera década de este siglo, como “responsable de la investigación judicial contra la parapolítica”, así como su trabajo al frente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) entre 2013 y 2019.

Cuando investigó los nexos entre políticos y paramilitares, Velásquez fue víctima de interceptaciones telefónicas, señalamientos y, en general, de una campaña de desprestigio, auspiciada por el extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), antiguo organismo encargado de la inteligencia policial.

Sus denuncias en el escándalo de la parapolítica, que comenzó en 2006, llevaron ante la Justicia a cerca de 60 congresistas durante el Gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010), muchos de los cuales acabaron en la cárcel.

Diez años antes, como director de Fiscalías de Medellín, Velásquez comenzó a investigar las masacres de Ituango y La Granja (1996) y El Aro (1997), perpetradas en el departamento de Antioquia por las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con la complicidad de militares cuando Uribe era gobernador de esa región, lo que dio pie una enemistad entre ambos que persiste hasta hoy.

Por eso, el partido Centro Democrático, fundado y liderado por Uribe, que será oposición a Petro y es el principal apoyo político de los militares, reaccionó hoy con críticas a la designación de Velásquez, de quien dijo en Twitter que ha hecho “reiterados ataques al honor de las Fuerzas Armadas”.

“El nombramiento de un enemigo acérrimo del partido y del jefe del partido de oposición como ministro de Defensa no es solo un desafío; es una amenaza”, manifestó por su parte la senadora uribista Paloma Valencia.

DESAFÍOS Y REFORMAS

En lo que respecta a la tarea de Velásquez como ministro de Defensa, el experto de Humans Rights Watch destacó que “tendrá el enorme desafío de recuperar la efectividad y legitimidad de la fuerza pública en un país que ha sufrido un aumento grave de los niveles de violencia durante los últimos cinco años por parte de grupos armados”.

Pappier destacó que “tanto la Policía como las Fuerzas Militares se han visto involucradas en tiempos recientes en graves violaciones a los derechos humanos tanto en contextos de respuesta a las protestas, como en el marco del conflicto armado”.

En ese sentido, Velásquez será fundamental para el proyecto del próximo Gobierno de que la Policía Nacional, fuertemente involucrada en el conflicto armado, deje de pertenecer al Ministerio de Defensa, del que depende actualmente, para integrarla en la futura cartera de Paz, Seguridad y Convivencia que espera crear.

“Haré cuanto esté a mi alcance por corresponder a su confianza y ayudarle a construir ese país con el que tanto hemos soñado. ¡Por la vida, por la paz, por la democracia!”, expresó hoy Velásquez en su agradecimiento a Petro por escogerlo como próximo ministro de Defensa.

Esta es una decisión trascendental dado el perfil de defensor de los derechos humanos de Velásquez para un cargo que durante décadas ha llevado el peso de la guerra contra los distintos grupos armados ilegales del país. EFE

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