Por: Balmore González Mira

Cuando me preguntaron que le iba a pedir al niño Dios en esta época navideña que tiene por tradición el pedido o traído, no me esforcé realmente por pensar en lo que uno puede pedirle al creador a través de este ritual que congrega a las familias católicas alrededor del pesebre y que escenifica el nacimiento de ese niño Dios milagroso y bondadoso. Por ello tomé la decisión de no seguir pidiendo y opté mejor por la vía más fácil y fue la de agradecer. Por todo lo que hay por agradecer en este año que va terminando.

Agradecer a Dios por la vida que nos ha dado, la salud que nos ha prodigado y por los medicamentos dispensados; agradecer por la familia, por el trabajo y por los alimentos entregados. Agradecer a Dios por el empleo suministrado, por los estudios y aprendizajes diarios y por los buenos maestros.

Agradecer por todos los buenos momentos; por habernos iluminado a tomar buenas y mejores decisiones. Por habernos permitido que llegaran buenas y mejores personas, grandes seres humanos a nuestras vidas. Por habernos ayudado a salir de los momentos difíciles. Por los buenos consejos dados y recibidos.

Dar gracias a Dios que nos protege de los peligros y de la oscuridad, que nos traza el camino y nos da prosperidad. Que nos quita las espinas y nos sana siempre las heridas ocasionadas.

Dar gracias a Dios por la libertad y la esperanza de la paz en nuestros corazones. Agradecer por los buenos gobernantes; por nuestros gendarmes y por nuestros soldados y militares que cumplen su función protectora en la tierra. Por los orientadores espirituales que cumplen sagradamente su misión.

Agradecer especialmente por las madres que siempre están ahí, por la mía que aún la conservo, la aprovecho y la disfruto.

Infinita gratitud al Dios más misericordioso y bondadoso por todos los favores recibidos y por iluminar el camino por el cual debemos recorrer diariamente para saltar los obstáculos de la vida.

Gratitud a Dios y a las personas que hicieron posible todo lo bueno que nos ocurrió este año que casi termina.

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