Por: Margarita María Pérez Puerta
LA PRINCESA EN SU MINARETE
Un día cualquiera
Una niña en su alminar
Sin verter algún malestar
Inicia en sus doce años
La infelicidad agria
Por venida de un feto
A dañarle su reír sólido
En su Minarete dónde aquella niña
Enciende velas al son de su llanto
Con agitado grito
Al amor verdadero
Por tener frente
A quien no debe existir
En su vida para fluir
En la alegría de todos
Los que la saben amar
Por ser atalaya o mirador
Entre el prójimo y Dios
Cómo verbo crucial
En qué nada la puede contagiar
Ni ese feto ensuciando su alminar
Buena tarde oleaje de gente
Delineando su ser dulce
Hoy once de abril
En qué una prueba más
Vivo con familia maravillosa
Señalada por el gran Arquitecto
Para determinada misión
Aquella que no se cumple
Por ser el feto
Que vino nocivamente
A la vida de una fémina:
Tímida, débil e insegura
Sólo fue feliz hasta sus doce
Rosas rojas dónde era
La Princesa en su Minarete
En dónde encendía sus velas
Cada siete para darle lumbre
A la virgen y su amor verdadero
Después llegó alguien sucio
Empezó a enfermar sus piernas
Ojos y un todo en su cuerpo alma
Que hasta sus días llora
Oro puro al son del tiempo
Y un espacio breve
Para respirar agitadamente
PARAJE DEL SILENCIO
Paraje del silencio…
La tierra suspira triste
Por la desobediencia
En cada desavenencia
Entre hombres insolentes
Yendo tras zozobras y fuego
Ante un diluvio áspero
En que una enfermedad
Teje en agrio aumento
Dejando lágrimas plenas
Cada ser alma se despoja
De sus manos el verbo morir
Regresan a aquel paraje del silencio
De dónde jamás debieron salir
Criaturas insolentes
Vibrando en ser olvido
En aquel amor desnudo
Que puede cubrir
Con su devenir
Un arco lumbre
Dónde se puede completar
Aquel giro del carrusel
En cada amanecer
Fluyendo de ese acontecer
En qué un feto gris
Llega como malestar
Ante una Princesa
En su alminar
O minarete dónde vierte amor
Para su dulce rumor
En quienes puede ver felicidad
Sin nada nocivo a la unidad
Que la hace única
En su nivel o estado
Para aprender a discernir
Un gran reír como persona