Sergio Zuluaga Peña.*

La ciudad inteligente debe colocarse en un panorama más amplio para servir como base a una ciudad que por ley le adjudican los derechos y deberes de ser un distrito de ciencia y tecnología.
La expresión “Smart City” o ciudad inteligente se usa para diferentes cosas. ¿Pero cuál es el mejor enfoque para esa expresión “Smart City”?.
Hay personas que se enfocan principalmente en la dimensión económica de “ciudades inteligentes”, y están hablando de una economía digital, es decir, les preocupa básicamente como una ciudad puede generar empleo, revitalizar su economía, estimular su economía, gracias a las tecnologías de la información y la comunicación. Normalmente, estas personas hablan de parques de innovación, sobre asociaciones entre universidades e industria y ver la “ciudad inteligente”, como un lugar donde se pueda estimular la economía digital. Luego, hay personas que miran en particular las dimensiones sociales de la digitalización, y ven en la digitalización el potencial para estimular la vida comunitaria a través de comunidades en línea, de interacciones sociales, estimulando y revitalizando la vida social y cultural en una ciudad. Para ellos, de eso se trata la “ciudad inteligente”. También hay gente que habla de esta economía colaborativa y ella tiene que estar vinculada, entre la economía digital y la comunidad online; entonces es una combinación de ambas. Y nuevamente, está claro que la digitalización estimula tal economía colaborativa.
Finalmente, hay gente que habla de toda la dimensión política; ven en la digitalización el potencial de la participación de la sociedad civil o de las partes interesadas gracias a conceptos como gobierno electrónico, gobernanza electrónica, participación electrónica, y para ellos, esto es lo que es la “ciudad inteligente”.
Podríamos afirmar que la “ciudad inteligente” se refiere principalmente a la dimensión tecnológica, es decir a las infraestructuras, y esta es también, es una de las definiciones más generalmente aceptadas de “ciudad inteligente”. Entonces, para resumir, la “ciudad inteligente” se centra principalmente sobre la dimensión tecnológica, sobre las infraestructuras, y sobre la economía digital, las comunidades en línea, y la e-participación.
Así que si tenemos una definición más estrecha de lo que es la “ciudad inteligente”, ello nos lleva a que hablemos de muchos tópicos que se refieren a Smart City por ejemplo: En transporte, hablamos de tarjetas inteligentes, en la movilidad de la información en línea como servicio; a nivel energético, hablamos de medición inteligente, iluminación inteligente; a nivel del agua, hablamos de medición digital, etc. Luego hay un grupo típico de personas que hablan sobre viviendas inteligentes, edificios inteligentes, ahorro de energía; gracias a eso, -y la lista es más o menos interminable-, se puede mirar otros temas adicionales como: Residuos inteligentes, infraestructuras verdes inteligentes, hay muchas otras cosas que se pueden agregar. Todos estos son ejemplos de la dimensión de la infraestructura de la ciudad digital.
Por lo tanto, ejemplos de “ciudad inteligente” deben colocarse en el panorama más amplio, y ese panorama amplio se da por las implicaciones que tiene la digitalización sobre los sistemas urbanos. Hay muchas implicaciones importantes, una de estas implicaciones está en la gestión y gobernanza de las propias infraestructuras. La combinación, por ejemplo, entre las infraestructuras heredadas y las oportunidades que ofrece la digitalización, y este es un claro desafío de gestión y gobernanza. Las infraestructuras dan lugar a servicios sobre la base de estas tecnologías. Tienes servicios, y gracias a la digitalización, hay muchos nuevos tipos de servicios, nuevas oportunidades de servicios, y eso lleva a otras implicaciones en la gestión y el gobierno de esta capa de servicios.
Lo realmente nuevo para la ciudad serán las implicaciones sobre la gestión y la gobernanza de esta capa digital o de datos, este no ha sido tradicionalmente el caso, y las ciudades tendrán que pensar mucho sobre las implicaciones de administrar esta capa de datos; por supuesto, todos juntos tenemos un sistema sociotécnico urbano como ya lo hemos visto y, el hecho de que la digitalización de alguna manera interrumpe la forma en que funciona este sistema urbano tiene grandes implicaciones en términos de gobernar este sistema, especialmente las instituciones y las reglas sobre cómo funciona este sistema.

 

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