POR MARIA PÉREZ VALLEJO

Pensé en subir un collage con fotos de “cosas que hacen las mujeres ahora, que no podían hacer las mujeres de hace unas décadas”, pero encontré esta foto, que incluye muchas de esas cosas. Soy mujer y…

– Soy médica, es decir, pude terminar una carrera que históricamente era masculina, cuando mis tatarabuelas ni terminaron la escuela. ¿Qué tiene que ver con la foto? Que ahí me encuentro en vacaciones laborales, es decir, trabajo y tengo ingresos económicos propios.

– Puedo subir una foto, sin filtros, en vestido de baño, sin sentirme insegura o menos profesional y mucho menos, vulgar. Y he aprendido a desligar mi cuerpo de los estándares establecidos por la sociedad. Hago ejercicio porque he aprendido a disfrutar de su impacto en mi salud, pero amo mis gorditos, mis estrías y mi celulitis.

– En esa foto luzco mi argolla de matrimonio. Un matrimonio con quien elegí YO, voluntariamente, con base en mis principios y es mi forma de ver la vida y las relaciones. Y me casé después de cumplir muchos otros propósitos que desde pequeña fueron más importantes para mí. Elegí a un hombre que día a día lucha contra el machismo infundido por la sociedad en la crianza.

– Soy libre de reírme a carcajadas, sin sentir que mi risa es ruido para otros o que deba silenciar mi alegría para no incomodar a la infelicidad ajena.

– Puedo mostrar mi rostro y mi identidad.

Hay cosas que no se pueden ver. Menciono algunas. Soy mujer y…

– Puedo votar por el/la candidato/a de elección popular que quiera.

– He sido y soy líder.

– Leo los libros que quiero, cuando quiero.

– Puedo decidir por mí, sobre mi vida y mi cuerpo.

– Todos los días elijo, voluntariamente, NO ser madre de un ser humano en ninguna de sus modalidades, y lo digo con orgullo y satisfacción.

Todo el tiempo hablo de todo lo que nos falta para sentirnos seguras y sin miedo. Pero hoy rindo homenaje a todas las mujeres que han luchado incansablemente para que yo pueda gozar de todos estos privilegios. Las honro en mi pensar y en mi actuar, buscando que el mundo sea un lugar más seguro para Sofía, para Alicia y para todas las generaciones de grandes mujeres que vienen en camino.