Por: Balmore González Mira

Los últimos acontecimientos nacionales e internacionales y además algunos locales, nos llevan a la reflexión de que tenemos que pensar y actuar bajo la lógica de los hechos y de las circunstancias; a nivel internacional podríamos decir que algunos hechos ocurridos como el tema del aborto en los Estados Unidos al igual que la negativa al Presidente Biden para luchar contra el cambio climático y el tema de Putin hacia Ucrania en una guerra sin sentido,  pueden marcar los acontecimientos en el mundo que nos dejan pensando en el título de esta columna de opinión. Pero si al nivel internacional llueve,  al nivel nacional no escampa,  hemos conocido apartes del informe de la que aquí se ha denominado la comisión de la verdad con muchísimas preocupaciones, no solo porque la comisión de la verdad fue instaurada en contra de la voluntad mayoritaria en las urnas del pueblo colombiano, sino porque se tomó unos superpoderes que nadie le ha dado, los cuales se limitaban  a investigar históricamente unos hechos de la violencia interna y narrarlos,  y dejarlos condensados en documentos;  como diría algún escritor, no solo se extralimitaron sino que no fueron precisos al escribir lo que se les había pedido, acusando a diestra y siniestra y condenando a las víctimas y exonerando a los victimarios de las Farc y otros terroristas, dónde lo único que falta es que debamos indemnizarlos por todo el daño que se les haya causado; y lo que es peor, sugiriendo cómo hacer reformas al estado que para nada son su competencia porque lo hacen de manera sesgada y de una forma en lo más parecido a la condena a las fuerzas militares colombianas de todos los males del país,  cuando son estas las que  precisamente han  salvado esta democracia;  lo que perfectamente también podríamos decir que se acomoda preciso al título de esta columna de opinión, y sobre esto leí el escrito más corto y contundente que haya visto en unas pocas líneas, donde se condensa lo que pudo haber pasado en este caso y es que lo que escribió la comisión de la verdad es como si se escribiera a nivel mundial sobre la historia y que concluyeran que el genocidio de Hitler hacia los judíos fuera  por culpa de los mismos judíos y Adolfo Hitler fuera un santo.

Y para cerrar la descripción de hechos de estos últimos días,  en lo local me llamó la atención un tema donde un ciudadano a quién como a muchos en estos desastres de la  ola invernal, un movimiento en masa le tapó su casa, dejó lesionada a su esposa y nieta y diez días después las autoridades de ese municipio no han ido a quitarle con la maquinaria o a través de sus organismos de gestión del riesgo un poco de tierra, ni le han atendido con algún subsidio su tragedia,  por el solo hecho de que ese ciudadano no es afecto o hace parte del equipo político de ese alcalde. Mientras tanto llueve y llueve y nada que escampa.

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