Por: Balmore González Mira
La decisión de congelar los precios de ciertos peajes por parte del gobierno nacional debe tener el respaldo ciudadano mayoritario, dado que el estado de muchas vías no se compadece con los cobros que nos hacen a quienes tenemos vehículos y a los transportadores tanto de carga como de pasajeros. Pues la verdad es que muchas vías están en un estado vergonzoso, pero siguen cobrando peajes sin ninguna vergüenza.
Sin embargo, las vías concesionadas y que están en perfecto estado merecen el aplauso colectivo y un reconocimiento, no solo de parte del estado, sino de la comunidad y lo más legal y justo es que se le reconozca el incremento pactado en los contratos de concesión y que los usuarios lo paguemos sin protestar y con toda satisfacción y gusto de saber que nuestros vehículos en esa forma van a mantenerse en perfecto estado; de lo contrario vamos a acabar con las concesiones y de paso con la seguridad jurídica que podríamos encontrar en este útil instrumento que es la verdadera Alianza Público Privada para el desarrollo vial de nuestro país. Sumado al deterioro de los vehículos.
Quiero hacer un símil con el sistema de valorización que algunos hemos implementado cuando hemos tenido la oportunidad, para mejorar la calidad y condiciones de vida en otras latitudes, con relación a la pavimentación de vías, por ejemplo. Este instrumento legal riega sobre los propietarios que son beneficiados con una obra y con la cual sus inmuebles se valorizan en precios, un porcentaje del pago de la misma, y ahí se distribuye la contribución de valorización para que los propietarios mejoren todas sus condiciones en calidad de vida y en valor económico de sus propiedades. En muchas oportunidades, esto previamente concertado con la comunidad beneficiada, es una de las mejores armas para el desarrollo. El verdadero “todos ponen”. Este sistema es, guardado las proporciones, la verdadera corresponsabilidad ciudadana frente al Estado, del cual hace parte fundamental.
No es lógico entonces que pidamos tener las mejores vías 4G en el país y que protestemos porque muchas están en pésimas condiciones, pero cuando estamos rodando orgullosamente por una de maravillosas especificaciones, nos neguemos a pagar peajes cuando con ello, todos somos los beneficiados. Y así jugamos al “Solo los otros ponen”.
Recientemente me desplacé de Medellín hasta Montería por el Occidente antioqueño y Urabá y excepto los tramos que están en obra, podríamos decir que pasamos de ver televisión en blanco y negro a full color, después de que en estos 20 años, desde el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se planificaron, proyectaron y financiaron estás vías de la montaña en doble calzada, y de no ser por aquel fallo politiquero en contra de que fuera ISA su constructor, tendríamos toda en esas dimensiones; pero sí me preocupan por ejemplo que el trayecto Necoclí-Arboletes esté tan malo y no haya conciencia de que se requieren recursos para su mantenimiento.
Cierro esta opinión diciendo que utilizo la vía Medellín-Santafé de Antioquia permanentemente, hemos disfrutado su cambio y transformación, hemos sido beneficiados con esta maravilla de la ingeniería, pago justamente ese peaje, el cual fue incrementado momentáneamente en el 48%, en un incremento que duró un día y volvió a su precio del año anterior. Lo justo es que se incremente con el IPC y lo seguiremos pagando con plena satisfacción, conciencia y justicia, para que podamos seguir disfrutando del desarrollo vial, del que hoy orgullosamente hablamos en todo el país.
