“No cabe duda pues de la trascendencia y la gran significación que sus proyectos y trabajos han logrado no solo para las mujeres, sino para toda la sociedad y de manera especial para nuestra ciudad, departamento y país”.
Por: Héctor Jaime Guerra León*
Con gran entusiasmo y fervor se celebraron los 65 años de la Unión de Ciudadanas de Colombia y los 65 años del voto femenino en nuestro país.
La Unión de ciudadanas de Colombia, seccional Medellín, es una de las más legendarias y prosperas instituciones que se han creado hace ya todos esos años (fundada en Medellín el 17 de noviembre de 1957) con el filantrópico ánimo de trabajar y luchar por los derechos humanos y la defensa de las mujeres no solo en nuestra ciudad y departamento, sino a lo largo y ancho de toda nuestra Nación: con filiales en las más importantes ciudades de nuestra patria.
En Medellín y nuestro departamento han sido reconocidas las muchas y ejemplares acciones que han desplegado las mujeres que han hecho parte de esta reconocida fundación, la cual sin ánimo de lucro y de manera altruista y con el solo propósito de buscar mejor calidad de vida y la dignificación del papel de la mujer en nuestra sociedad, lograron -entre muchas otras conquistas- dejar materializados muchos de esos derechos en nuestro orden político y constitucional, pues su movimiento fue de gran ayuda en el campo social y, especialmente, en aquellos acápites jurídicos en los que la Asamblea Constituyente del 91 trató y definió los derechos de las mujeres como los de los demás estamentos sociales que hacen parte de nuestra Nación.
En dicha celebración, que fue realizada en las instalaciones del teatro de Comfama de San Ignacio, se llevaron a cabo importantes actos lúdicos, artísticos, académicos y culturales, a los cuales asistieron innumerables lideresas de la institución, asociadas y ciudadanía en general, para rememorar y celebrar la importancia que ha tenido la mujer en la empresa, el trabajo, la política (Estado – sociedad y familia) y en las arduas y múltiples luchas que colectivamente han dado en toda su historia, como también los grandes retos por los cuales –dijeron- hay que seguir trabajando, pues cada vez son más los desafíos y roles que las mujeres deben y quieren asumir, para estar a la altura de los avances y progresos del mundo contemporáneo.
En sus exposiciones e interacciones festivas concluyeron que: “Tú haces parte de esta historia. Grandes logros hemos alcanzado con nuestro trabajo voluntario en la defensa de los derechos humanos de las mujeres colombianas y por el ejercicio de una ciudadanía plena”. No cabe duda pues de la trascendencia y la gran significación que sus proyectos y trabajos han logrado no solo para las mujeres, sino para toda la sociedad y de manera especial para nuestra ciudad, departamento y país. Siempre buscando la concreción y fortalecimiento de los principios y valores democráticos que han inspirado y caracterizado nuestro Estado Social de Derechos, especialmente con la constitución de 1991, para la cual participaron abierta y decididamente realizando invaluables aportes, los cuales se convirtieron en derechos concretos que hoy hacen parte de nuestro orden jurídico.
Debe resaltarse aquí la contribución y gran sentido de solidaridad, unión y trabajo mancomunado que las ha caracterizado, para “participar en la vida social, económica, laboral, política, cultural y científica de la Nación”.
Entre las muchas damas que se han destacado en este altruista y admirable trabajo, se encuentran Rosa Turizo de Trujillo (inolvidable y admirable baluarte de la mujer y de la grandeza de nuestra amada región), una de las fundadoras, Norma Villarreal y Sonia Vásquez Mejía, la actual y activa vicepresidente y quien también, desde hace muchos años, no solo es una de las más destacadas protagonistas de las proyecciones y conquistas de la corporación, sino que también ha regentado sus destinos, presidiendo, con notables éxitos y satisfacciones, estos nobles planes y proyectos.
Así pues, que desde esta humilde tribuna, queremos hacer llegar nuestras más sentidas felicitaciones a la corporación Unión de Ciudadanas de Colombia y nuestra gratitud sincera por la inmensa significación que han tenido con todos sus esfuerzos, logros y aspiraciones. Es indudable que -sin el apoyo de la mujer- el país no habría alcanzado los estándares de madurez, de progreso y de superación que en muchos campos se han logrado en Colombia. No obstante, sigue faltando y, por ello, su gran capacidad de servicio, su irrefutable compromiso con la institucionalidad y el gran sentido de pertenencia por lo que hacen, seguirá siendo de vital importancia para seguir avanzando hacia la materialización de sus grandes ideales y por los cambios que en los aspectos sociales, económicos y políticos se están anhelando y por el sublime objetivo de construir una mejor Nación, más prospera y civilizada, más justa y equitativa, más en paz.
*Abogado. Especializado en Planeación de la Participación Ciudadana y el Desarrollo Comunitario; en Derecho Constitucional y Normatividad Penal. Magíster en Gobierno.
