POR: JAIME HUMBERTO RAMÍREZ CADAVID

La jornada realizada el primero de mayo, conmemorativa del día internacional de la clase obrera,  fue agendada también por el presidente de Colombia  Gustavo Petro para buscar el  apoyo a su Gobierno de la Colombia Humana, en respuesta a las manifestaciones convocadas por la derecha, el pasado 21 de abril. Es evidente que  el propósito de las manifestaciones, es  mostrar que una parte significativa de la población está a favor o en contra de una determinada política o bando, es decir, el éxito de una manifestación suele ser considerado  cuanto  mayor es el número de participantes.

Hoy Colombia entró en una etapa o en la cultura de las marchas, -no había llegado la  noche y ya se escuchaban las respuestas a la marcha ocurrida en el día internacional del trabajo-  en una política dividida, polarizada de odio y por la de gente de “bien.   Una política de marchas hechas como un pasatiempo,  , convirtiéndose más bien  en un mecanismo de distracción de las masas, como si fuera un partido de fútbol, con sus fanáticos en las calles, con arengas,  camisetas, pitos, cánticos, banderas, etcétera, incendiarias e incitadoras al desorden, al caos,  a la revuelta y a la muerte.

Me pregunto si ¿verdaderamente hay una representación en los dos bandos de los intereses, y necesidades de la sociedad en general? ¿Acaso la mayoría de manifestantes decide quien tiene la razón?   Las herramientas dentro de una caja de herramientas, cada una sirve a un propósito diferente, Kauffman. Sin desconocer que las marchas han sido una vía de manifestación ante una amenaza o una resistencia a una proposición o definición, convirtiéndose en abanderados de un sector  o del otro y decidiendo lo que quieres ser. ¿Hoy que rumbo están tomando?

Después de terminadas las marchas vienen los comentarios en redes sociales, los resultados, el empate, el impacto de los fanáticos de cada bando, reitero como el resultado comparativo con un partido de fútbol. Número de posiciones, clase de personas que asistieron, en fin, las redes sociales y medios de comunicación se alimentan de sensación. Así que el éxito de las marchas necesita ser evaluado de acuerdo a sus objetivos y  motivaciones.

¿Cuál es la verdadera función de las marchas en Colombia? No es convencer al injusto, ni seducir al opresor, en este momento importa el número de manifestantes  a favor o en contra, nada más.

Gobierno                                        vs Oposición.
 

1.     La vida.

2.     Democracia y la paz.

3.    Reformas, salud,  pensional y  Laboral.

4.    Acuerdo Nacional

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1.   Aumento de la criminalidad

2.   Entrega del país a la guerrilla

3.   Engaño a la ciudadanía, ninguna reforma le conviene a los ciudadanos.

4.   Continuidad del gobierno

El dilema de la incertidumbre. ¿Por qué marchas?  Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que  crees  entender, lo que quieres entender y lo que entiendes? Así, existen 9 posibilidades de no entenderse,

 Paradójicamente, cada masa es movida desde su comodidad y motivación. El que va a la marcha y suma en cantidad, o el que no va no va a la marcha, pero mira qué ocurrió informado por algún medio de comunicación o red social. Pero, ¿Cuál es el hambre de la realidad?  ¿La alimentada por la comunicación producto de la emoción?…

La polarización de parte y parte, gobierno vs oposición, es perder el horizonte y el panorama,  con un pensamiento limitado y una verdad dividida. Al final, las marchas se estigmatizan como un circo social (hombre masa) El León puede ser el rey de la selva. Pero los lobos no trabajan para el circo.

Un día como estos, conviene referir la cita de Voltaire: “La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin mente.”   Las marchas  se han convertido en  un espectáculo de batallas ideológicas

Paradójicamente, casi todo conspira para hacernos fracasar, para que parezca una vergüenza personal, lo que solo es una política dividida, dirigida contra un individuo a quien se ha enseñado a restringir su conciencia. No hay nada más extremo – Polarización- que el extremo centro sin equilibrio. . Hay gente que ha confundido el centro con la centralidad. El centro sin equilibrio, puede ser una combinación ideológica de valores de izquierda y derecha, o puede ser también una combinación singular de pereza intelectual y oportunidades. ¿Cuál  es la solución? ¿Estaremos solos Contra la Mediocracia?

El filósofo  español José Ortega y Gasset, en su libro  La rebelión de las masas  escribió: Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un idiota: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral”,

Y usó el término hemiplejia para criticar a las personas que, se autodenominaban de la derecha o la izquierda en la política, ya que  son incapaces de pensar de una forma extensa, más allá de su ideología,  de forma análoga a la persona que padecen de la parálisis motora en la mitad de su cuerpo (hemiplejía).  A lo que propuso: “Enséñale a una persona a tener criterio y no será de izquierda ni de derecha, será un hombre libre, autónomo, inalienable, descontaminado de odio y fanatismo. El pensar es una acción natural del ser humano. Discernir y tener criterio es una virtud de pocos”.

Al igual que José Ortega y Gasset,  y que  José Ramón Gamo soy un convencido de que la única revolución  pacífica posible es la educación  y que con ella se disminuiría el atraso  y  la desigualdad social.

Insistir en la educación como una herramienta fundamental para terminar este populismo marcado por las emociones y por los medios, una pedagogía de la política  y de las propuestas políticas, sin micrófonos silenciados, donde se debata los  pro y contra de cada propuesta por parte del gobierno y  la oposición.

¿Educar la Política? Por supuesto, con más cultura y formación. Se trata de mejorar el proceso de selección de los  líderes (Concurso público político) y con su ejemplaridad, cualidades que  subrayan las capacidades  individuales de las personas electas para  trabajar en y con  la inteligencia colectiva de la sociedad, esto es válido para el Gobierno y también para cualquier forma de organización humana.

No se debe suprimir el debate con las marchas, “Hay que Educar la Política, la educación de la política aniquila la marcha populista y fascista vista en los últimos meses en Colombia, si se educa, se instruye en la propuesta, sin parafraseo de otros, ni basados en indicadores sin gestión, sin discusiones mediáticas cargadas de odio y aversión, más bien con argumentos sólidos cargados de verdades absolutas, así   estaremos reconstruyendo la sociedad:

  • Construyendo democracia en vez de aceptación social,
  • Construyendo ciudadanía en vez de interés particular y
  • Construyendo ayuda mutua en vez de competitividad.

Jaime Humberto Ramírez Cadavid

Licenciado en ciencias sociales

Especialista en ciencias políticas.

Asesor pedagógico y Gestor Educativo.