Más de 1.600 personas confinadas por combates de grupos ilegales en Colombia

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Bogotá, 26 ago (EFE).- Más de 1.600 personas se encuentran confinadas por combates entre dos grupos armados ilegales en el departamento colombiano del Putumayo, fronterizo con Ecuador y Perú, denunció este lunes la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Así lo informó ese organismo en un comunicado en el que explicó que al menos 400 familias han tenido que refugiarse en sus hogares por los enfrentamientos entre un grupo de disidentes de las FARC y una banda criminal que se hace llamar “La Mafia”, de la que hasta ahora no se tiene información.

Las personas afectadas, entre ellas 250 niños que no han podido ir a la escuela, habitan en el remoto corregimiento (pueblo) de Piñuña Blanco, en el municipio de Puerto Asís, la segunda ciudad en tamaño del amazónico Putumayo.

“Entre las personas confinadas se encuentran comunidades campesinas, afrocolombianas e indígenas, quienes han restringido su movilidad y se resguardan al interior de sus hogares como medida de autoprotección”, agregó la información.

El Gobierno colombiano y la antigua guerrilla de las FARC firmaron un acuerdo de paz en noviembre de 2016 tras más de cuatro años de negociaciones en La Habana, aunque algunos combatientes no se acogieron a lo pactado y siguieron delinquiendo.

Según la OCHA, por los enfrentamientos ocurridos desde el pasado 28 de julio la comunidad tiene necesidades de protección, alimentos, salud y educación.

De igual forma, algunos habitantes del corregimiento han tenido que desplazarse hacia otros municipios, lo que se suma al asesinato de dos civiles, profundizando “el temor de la población afectada”.

La comunidades más afectadas son las de Puerto Bello y Alto Piñuña, con 80 familias cada una, seguidas por el Consejo Comunitario la Chirpa (58), y el Resguardo Siona Santacruz y Bocana de Piñuña Blanco, ambas con 50.

Debido a esto, la OCHA hizo un llamado para que se asegure a la población afectada el acceso a la alimentación, pues no han podido ir a sus tierras para recoger cultivos con que alimentarse.

“Debido a las restricciones en la movilidad, las familias no han podido acceder a elementos de higiene personal esenciales, situación que agudiza los riesgos de contraer enfermedades, especialmente en los niños y niñas menores de cinco años”, señaló la entidad. EFE