EDITORIAL

En Colombia, la voluntad del pueblo está perdiendo su autonomía, pasando a ser víctima del constreñimiento generado por los medios, las redes y los encuestadores.

En asuntos políticos y electorales, a la gente ya le importa muy poco las advertencias y evidencias reales del orden público, de los diferentes sectores de la economía y de la justicia. Más importante son los titulares cortos y tendenciosos, malintencionados  e irresponsables de los medios y las redes sociales, que se deleitan al amparo del derecho a la libertad de expresión los unos, y al amparo de la clandestinidad otros…

Y como a todo flagelo en Colombia, paralelamente está la ley que le permite subsistir y crecer exitosamente. En este caso, la Ley Electoral, que permite votar sin ni siquiera ver o conocer el nombre del candidato en ese momento de verdad.

Así, en una elección de tanta trascendencia como es la de elegir UN NUEVO CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA, nada importa en este momento saber quién es el que aspira, cómo se llama, para qué quiere llegar, qué le promete al electorado, cuántos períodos lleva –y qué ha hecho en los anteriores–, por qué quiere repetir, por qué no hizo nada en el período anterior, etc. No. Ahora parece que, para ello, el discurso y exposición de programas no hacen falta.

Entonces los futuros padres de la patria y sus partidos políticos todo lo que tienen que hacer en la campaña es enseñar jueguitos elementales de memoria: al ciudadano se le está adiestrando para que vote por un emblema y un número o por un emblema y dos números, o por dos emblemas y dos números. Y, excepcional en este marzo con las consultas, a ese complicado juego de memoria se le suman tres elementos más (otro tarjetón, otro emblema y otro número). Qué bueno que los encuestadores entrevistaran una buena muestra de votantes, al día siguiente de la elección, y preguntarles si de memoria recuerdan por quiénes votaron el día anterior. Y publicaran los resultados y, más importante, si los compararan con los de la Registraduría. A propósito, las encuestas parecen desintonizadas con el calendario electoral: Colombia vive una campaña para las elecciones al Congreso en marzo 13. En la última encuesta de los 2996 candidatos al Congreso, no menciona ni mide la intención de votos para ninguno de ellos en particular. Ni siquiera una de las 2996 combinaciones.

LOS TARJETONES PARA EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA ESTÁN LISTOS