EDITORIAL

De nuevo y ahora de parte de un Tribunal de Arbitraje, sale a la luz pública otro escándalo en la vida de Hidroituango, sobre cuestiones ocurridas hace más 5 años y que todo cabe indicar, que les quedaron grandes a los organismos de investigación y control del Estado.

A cualquier otro proyecto, en Colombia  o en el mundo,  público o privado, que le hubiera ocurrido lo que ha pasado en Hidroituango, ya habría desaparecido y yéndole bien, hoy tendría a todos sus socios y directivos en dificultades legales.

A partir de sus propios escándalos, el proyecto Hidroituango nos ha familiarizado a todos los colombianos con las cifras antes inimaginables, de billones de pesos para perder, ganar, ajustar, desajustar o buscar y nunca encontrar, pues Hidroituango es como si contara con fórmulas estructurales para brincar la Ley colombiana, en su propio y particular mundo de la confusión, en un ambiente enrarecido por verdades a medias, situándose por encima de la normativa y logrando desde allí embestir a la institucionalidad colombiana, en todos sus niveles.

-En 2010, cuando apenas nacía el proyecto Hidroituango, y en medio de una convocatoria pública para adjudicar el contrato del Proyecto Hidroeléctrico Ituango, como si nada pasara, se suspendió la convocatoria y entregaron el contrato a dedo a una empresa de papel, EPM Ituango S.A. E.S.P, con quien Hidroituango S.A. E.S.P firmó el contrato estatal más complejo y grande de la historia de Colombia, bajo el sofisticado nombre BOOMT. que, de paso, toda persona que menciona el BOOMT, tiene que explicar, pausadamente, “que por sus letras en inglés significa Built (Construir), Operate (Operar), Own (Poseer), Mantain (Mantener) y Transfer (Transferir)”. Aquí, Hidroituango embistió a las instituciones, hasta el punto que hoy ninguna entidad de investigación y control parecen entender este sofisticado contrato, como tampoco ha pasado nada con relación a la suspensión de la convocatoria internacional y adjudicación a dedo del contrato más grande de la historia de Colombia en su época, a una empresa de papel.

En enero de 2013, la Gobernación de Antioquia y el IDEA, principales dueños de Hidroituango S.A. E.S.P. firmaron “valientemente” un par de contratos de usufructo de las acciones que cada entidad oficial tenía sobre Hidroituango S.A. Valientemente, porque ningún ordenador de gasto se atrevería a hacerlo como se hizo en esta ocasión, en cuyo caso se mantuvieron confundidos a la Asamblea Departamental (que no le pidieron permiso), a los socios minoritarios (que no les atendieron las advertencias en la asamblea de socios) y a los Órganos de control y vigilancia del patrimonio público (que ni siquiera se enteraron). Mediante ese par de atrevidos contratos, el Departamento de Antioquia y el IDEA, como si fueran un par de propietarios discapacitados, les endosaron las acciones que cada ente territorial tenían en Hidroituango S.A. a su otro socio EPM, para que las disfrutara por el término de un año, habilitando a EPM para que, en nombre de la Gobernación de Antioquia y el IDEA,  hiciera lo que quisiera con esa sociedad estatal durante un año. Así, de manera inmediata se citó a asamblea de socios en la cual se tomaron decisiones como estas:

  1. La AUTO-CESIÓN del contrato BOOMT por parte de la empresa de papel, a favor de EPM”. Jugada de mago que permitió que en un contrato estatal se cambiara al CONTRATISTA. Así, desaparecieron la empresa CONTRATISTA DE PAPEL, sin pena ni gloria, y entraron al contrato a la empresa EPM, la de carne y hueso.
  2. Autorización a la Junta Directiva de la Sociedad para que acondicione formalmente el BOOMT”, incurriendo  ahora con todos los impedimentos éticos y legales del mundo, pues a partir de la dicha de esa Asamblea general de socios, se hizo coincidir dentro del contrato estatal más grande de la historia de Colombia, que una misma entidad, EPM se convirtiera en el socio omnipotente de Hidroituango S.A. ESP (99.5 % de las acciones), a su vez, EPM era el Contratante, al mismo tiempo, EPM pasó a ser el Contratista, a su vez EPM es el constructor de la obra y simultáneamente EPM en ese momento era el representante del Contratante mayoritario, y, en los ajustes al BOOMT, al mismo tiempo EPM se convierte en la empresa aseguradora sobre el contrato más grande Colombia, expidiendo una póliza de cumplimiento con unas condiciones tan gravosas propias de este contrato, que indudablemente expuso con ello el patrimonio de la “tasita de plata”.  Tal como lo vemos hoy, encartado con el pago de cientos de miles de millones por incumplimientos, ordenados por el reciente fallo del Tribunal de Arbitraje de Hidroeléctrica Hidroituango S.A. E.S.P.
  3. “Renuncia a las acciones legales por la negativa de Zona Franca”. Refiriéndose a otro aventón de embestida institucional a nivel nacional.
  4. Incorporación de la inversión social adicional como costo de inversión del proyecto y como consecuencia: Incorporación del reconocimiento de 35 millones de dólares a los accionistas de la Sociedad, diferentes a EPM como costos del proyecto.” Suma no lejana de una “paga por la peca” y que equivale hoy a COP$140.000 MILLONES. Pues podría entenderse que se dio como comisión o reconocimiento o coima por el favor del usufructo de las acciones estatales.

Lo más grave con ello fue que, Gobernación y el Idea, como SOCIOS MAYORITARIOS DEL CONTRATANTE DEL BOOMT, le entregaron su propiedad accionaria por un año, nada más y nada menos que al CONTRATISTA, para que jugara con los intereses propios de la CONTRATANTE ESTATAL. Esos contratos, aparte de una presunta ilegalidad inmersa, representaron la materialización de un YO con YO INDUCIDO, con la que lograron tan inmensa confusión en la Asamblea, en el público, en los organismos de control de Colombia, que transcurridos 10 años, nada ha sido objetado y pareciera incluso que ni siquiera saben  que eso ocurrió.

-En 2018 se da la crisis del proyecto, sobre la cual hay suficiente confusión ya.

-En 2020: En torno a las millonarias obligaciones de pago por multas, sanciones y seguros por incumplimientos en favor de la Sociedad Hidroituango, contempladas en el sofisticado BOOMT, nadie ha movido un peso y habiéndose dado evidentes incumplimientos, hoy se miran con confusión, con miedo y de reojo.

-2022: Proceso de responsabilidad fiscal que termina con un detrimento de 4.3 billones – Aunque el más alto de la historia de Colombia, también sufrió gran confusión. Todo el escándalo fiscal terminó con el presunto pago que hizo la empresa MAPHRE por 3.8 billones a EPM. A hoy no hay claridad si se trató del resarcimiento para un detrimento patrimonial estatal fallado por la CGR, pues la plata se le entregó directamente al Contratista Constructor y no al Estado como lo ordena la Ley Fiscal. O, si se trataba de una acción comercial de rutina de pagar la liquidación de una póliza de seguros por efecto de un siniestro, en cuyo caso nada tendría que ver con un proceso de Responsabilidad Fiscal o, si fue, y Dios no lo quiera, “un simple lavado de 26 dignatarios responsables fiscales”, al ser una empresa privada pagando, para que los imputados quedaran libres de todo pecado fiscal. Aun hoy, el mismo Gobernador de Antioquia da una interpretación diferente al pago de MAPHRE e insiste en que la aseguradora tumbó a Hidroituango, porque tenían que haber pagado 18 billones y no 3.8. Todo, pese a que Hidroituango S.A. E.S.P.,  ni el Estado colombiano hayan recibido un solo centavo de Maphre a la fecha, por concepto de cubrimiento de un detrimento patrimonial que por Ley tiene otro trámite, diferente al que se cumplió en este acto confuso.

-2022: Los 12 billones del desfalco de Hidroituango, según apreciación del Alcalde del Distrito entró en confusión también, pues con el mencionado pago de Maphre, con Presidente y Contralor General a bordo, parece haber sintetizado y suplido la Ley Fiscal de Colombia, para este caso.

-2022: Fecha de arranque del proyecto – Esta fecha pasó del campo de lo contractual, técnico y científico, al de las simples opiniones: “qué opina el Gerente de EPM, el alcalde, el Presidente, los medios” (se escuchan fechas), pero, a nadie se nos ha ocurrido preguntar lo más importante: ¿Cuándo estima la ANLA que podría levantar la suspensión de la licencia, para que Hidroituango pueda arrancar? Porque si arrancó, sin que se hubiere levantado la suspensión de la licencia, nada raro que venga otra confusión a la Institucionalidad de Colombia, con otra jugadita financiera: ¿cuánto valen las multas por incumplimiento y cuánto la sanción de arrancar sin licencia de la ANLA?     

FOTO DE ILUSTRACION TOMADA DE LA PÁGINA WEB OFICIAL DE HIDROITUANGO S.A. ESP

——————————————————————————————–

ARTICULOS RELACIONADOS


EPM: A PAGAR MULTAS A HIDROITUANGO