Jeimmy Paola Sierra

Medellín (Colombia), 10 jul (EFE).- Las organizaciones sociales en Colombia tienen como principal reto hacerse cada vez más sostenibles y eficaces para apalancar mejor sus acciones y dar respuesta a problemáticas actuales tan complejas como la pandemia de la COVID-19.

Así lo expresó a Efe el director ejecutivo de la Federación Antioqueña de ONG (FAONG), Carlos Monsalve Roldán, quien reivindicó a este tipo de organismos por el impacto que tienen en el desarrollo socioeconómico del país.

“Tenemos el reto de tener organizaciones sostenibles, organizadas, transparentes y eficaces, y eso no debe reñir con los objetivos sociales que tenemos”, expresó el directivo.

Cumplir con esos desafíos, según el experto, permitirá dar una respuesta “muy eficiente” a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de atender de manera oportuna a las problemáticas, algunas relacionadas a la continencia por el coronavirus, que requiere “dar soluciones a las personas más necesitadas”.

Monsalve afirmó que las organizaciones sociales son “fundamentales para el desarrollo, para la construcción de la democracia y para el ejercicio de una ciudadanía activa que participa, aprende y mejora su situación”.

Aseguró que es “vital” la función que realiza en el sector social en materia de mejoramiento de las condiciones de vida de las personas y de los territorios.

Para el directivo, este tipo de entidades están acostumbradas a cumplir una labor “muy silenciosa”, soportada en el espíritu del voluntariado, que muchas veces no tiene visibilidad porque sus intervenciones no tienen impacto inmediato.

“Es como una siembra. Se trata de hacer transformaciones”, apostilló.

APORTAR EN LA PANDEMIA

Bajo el nuevo escenario que estableció el virus, las organizaciones sociales en el país han oficiado en algunas oportunidades como cuidadores permanentes de poblaciones vulnerables, entre ellas los adultos mayores y las personas con discapacidad.

Según Monsalve, algunos miembros de la FAONG tuvieron que “transformar su acción” para atender en la actual crisis por la pandemia.

“Tuvieron que dedicarse a una atención prioritaria de esas comunidades más vulnerables en lugares donde sabemos que no llega el Estado”, contó.

Para el experto, esta contingencia demostró que “estar articulados, pertenecer a redes o a gremios, además de participar activamente de un sector, permite fortalecer la respuesta a las problemáticas”, al hacerlo de manera conjunta.

Durante la crisis por el coronavirus han participado en campañas e iniciativas para atender a la población y dar solución a problemas que, “si no estamos conectados, son más difíciles de resolver”.

CAMINO A LA SOSTENIBILIDAD

Monsalve manifestó que actualmente la federación que dirige está adelantando un proceso de transformación organizacional, con el acompañamiento de la Corporación Interactuar, para mejorar los procesos administrativos y financieros.

Este cambio, les ha permitido operar como “una organización socialmente responsable, pero con una visión empresarial para mejorar nuestros procesos e ir más allá”.

Con el programa Método Base de Aceleración (MBA) como guía han implementado buenas prácticas y crecido como organización, pero el reto es hacerse cada vez más sostenible y eficaz.

“En el sector social tenemos el reto de ser sostenible”, reiteró el directivo, que hizo un llamado a las organizaciones de este tipo para que implementen “modelos de negocio que les permitan apalancar su acción social con estrategias claras y una oferta de valor transparente”.

La directora de Servicios de Conocimiento y Redes de Interactuar, Andrea Zuluaga, dijo a Efe que las organizaciones sociales son necesarias para “impulsar” importantes iniciativas que “queremos desarrollar en el país”.

Y resaltó muchas veces son ellas las que “levantan la voz” por comunidades débiles o que pasan por situaciones “más complejas”, como lo son las víctimas de la violencia, personas en situación de discapacidad, madres cabeza de familia y los adultos mayores, entre otros.

“En educación y reducción de pobreza, es clave el papel que cumplen las organizaciones sociales”, indicó Zuluaga.

En esa línea, enfatizó en la importancia afianzarlas para que funcionen como empresas, pues muchas veces inician “con buenas iniciativas y buen voluntariado, pero difícilmente se sostienen en el tiempo” porque los recursos económicos no alcanza para suplir las necesidades que tienen al interior.

“No por ser una entidad sin ánimo de lucro es una entidad con ánimo de pérdida. Para nada. Hay que buscar la sostenibilidad”, concluyó. EFE

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