YA ES DE DOMINIO PÚBLICO LA OBRA DE ANTONIO MACHADO

La obra del escritor español  Antonio Machado pasó a ser de dominio público 80 años después de su muerte, como lo establece la ley. La Biblioteca Nacional de España digitaliza su producción literaria y su correspondencia. Manuscritos, portadas, primeras ediciones y decenas de documentos podrán leerse y descargar. El autor de Campos de Castilla y Soledades falleció en Colliure, en Francia, en 1939.

Antonio Machado Ruiz. 26 de julio de 1875. Sevilla- España.22 de febrero de 1939. Colliure- Francia.

DELETREOS DE ARMONÍA
que ensaya inexperta mano.
Hastío. Cacofonía
del sempiterno piano
que yo de niño escuchaba
soñando… no sé con qué,
con algo que no llegaba,
todo lo que ya se fue.

CONSEJOS

Este amor que quiere ser

acaso pronto será;

pero ¿cuándo ha de volver

lo que acaba de pasar?

Hoy dista mucho de ayer.

¡Ayer es Nunca jamás!

Moneda que está en la mano

quizá se deba guardar:

la monedita del alma

se pierde si no se da.

CAMINANTE NO HAY CAMINO

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

 

MI BUFÓN

El demonio de mis sueños
ríe con sus labios rojos,
sus negros y vivos ojos,
sus dientes finos, pequeños.
Y jovial y picaresco
se lanza a un baile grotesco,
luciendo el cuerpo deforme
y su enorme
joroba. Es feo y barbudo,
y chiquitín y panzudo.
Yo no sé por qué razón,
de mi tragedia, bufón,
te ríes… Mas tú eres vivo
por tu danzar sin motivo.

SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.

Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!…
Vive, esperanza ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!

Proverbios

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.

II
Para dialogar,
preguntad, primero;
después… escuchad.

III

Hoy es siempre todavía.

IV

Todo pasa y todo queda;
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.