POR: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

En el seno de la familia los hijos y los nietos se hacen virtuosos, según la orientación y acompañamiento de papá y mamá, quienes no deben escatimar esfuerzo alguno, para educarlos con devoción y amor.

Rodéate siempre de tus mejores amigos y amigas.  Tu mejor amigo o amiga no es aquel o aquella que te estimula a caer a tu nivel más bajo, que te anima a hacer cosas tontas con él o ella, o a caer en malos caminos con él o ella; aquel o aquella que te alaba cosas repugnantes que haces, esto es muy claro.  No nos gusta la compañía de alguien que tiene una enfermedad contagiosa y lo evitamos cuidadosamente; generalmente él o ella está segregado para que no contagie.  Pero el contagio del vicio, del mal comportamiento, el contagio de la depravación, la falsedad y de lo que es bajo y abyecto, es infinitamente más peligroso que el contagio de cualquier enfermedad, y esto es lo que debe ser cuidadosamente evitado.

Tú debes considerar como tu mejor amigo y amiga a aquel o aquella que te dice que no quiere participar en un acto malo o irresponsable, aquel o aquella que te da el valor de resistir tentaciones bajas y ruines; él es un verdadero amigo y ella también.  Es con él o ella con quien debes asociarte y no con alguien con quien tú te diviertes y fortaleces tus propensiones malvadas.  ¡Eso es todo!

Realmente, tú debes escoger como amigos y amigas a aquellas personas que sean más sabios que tú, aquellas cuya compañía te ennoblezca y te ayude a dominarte a ti mismo, a progresar, a actuar de la mejor manera y a ver con más claridad la vida.  Y finalmente, la mejor amiga que uno puede tener… ¿no es la mamá?, ¡a quien uno le puede decir todo, revelar todo!   Porque ahí realmente está la fuente de toda compasión, de todo el poder para borrar cualquier error que no se repite, de abrir el camino hacia la verdadera realización; es la Madre quien puede entenderlo todo, sanar todo, y siempre cooperarnos en el camino, ayudarnos a no equivocarnos, a no vacilar, a no caer, sino a caminar directo a la meta trazada.  Ella es la verdadera amiga, la amiga de los días buenos y los días malos aquella que puede entender, puede curar y está siempre ahí cuando la necesitas.

Cuando tú la llamas sinceramente, ella está siempre ahí para guiarte, acompañarte y sostenerte con ternura y sabiduría, y para amarte de la manera verdadera.  No obstante, como papá y abuelo les sugiero buscar siempre ayuda y apoyo en la Divinidad.  Nunca tomes la actitud de estar esperando apoyo, ayuda, consuelo de extraños, excepto de la Divinidad.  Esto es categórico; yo nunca, ni una vez, he encontrado a alguien que haya tratado de apegarse a algo para encontrar soporte ahí, y que no haya sido engañado; se rompe, se termina, pierde su apoyo.  Y entonces dice: “la vida es difícil”.  No es difícil, pero uno debe saber qué es lo que está haciendo.

Nunca busques apoyo en otra parte más que en la Divinidad.  Nunca busques la satisfacción de tus necesidades en extraños, excepto en la Divinidad.  Todas las debilidades pueden ser eliminadas y dañadas solamente por la Divinidad.  Ella es la única capaz de darte lo que necesitas en todo, siempre y, si tú tratas de encontrar satisfacción o soporte o ayuda o alegría, o… ¡sabrá Dios qué! en alguien más, algún día se irán de bruces, y eso siempre duele, incluso algunas veces duele mucho más de la cuenta.

Dios los bendiga.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                            Medellín, junio 19 de 2021