Por: Luis Fernando Pérez Rojas

La naturaleza es el Todo-Cósmico inteligente en el que vivimos y estamos insertos y si es que pretendemos llevar una vida plena y próspera en la sociedad debemos respetar sus leyes.  Esta es la moral en la más profunda de sus acepciones para reflexionar en la Semana Santa 2021.

En tiempos de reflexión y recogimiento, quiero plantear algunos de los comportamientos éticos y morales que nos ayudarán a aprender a vivir juntos y, a convivir en búsqueda de la paz en el año 2021:

  • No odiarás, no serás resentido ni envidioso, no pretenderás lo que no mereces, no engañarás a tu prójimo ni a ti mismo, no injuriarás ni calumniarás al otro y a los otros. Respetarás conscientemente toda forma de vida; respetarás los derechos de todo ser humano, cualquiera que sea su clase, ideología, raza o color.  Amarás a tu propio espíritu como a la emanación de Dios en la tierra; respetarás y ayudarás a los niños y a los ancianos y practicarás las más altas virtudes trascendentales.
  • Amarás a tu patria y tendrás el más profundo respeto por todos los pueblos de Colombia; repudiarás las perversiones de toda especie, condenarás toda forma de crueldad innecesaria, lucharás por defender la dignidad humana. Condenarás toda forma de explotación; te esforzarás al máximo por evolucionar espiritualmente.  Tendrás un ideal impersonal en beneficio de la humanidad; huirás de la hipocresía, la mentira y la falsedad.
  • No harás a otros lo que no desees que te hagan a ti ni a tu familia; cerraras tus oídos a la morbosidad, el chisme, la calumnia y la maledicencia. Cuidarás y respetarás tu cuerpo, porque es la morada del espíritu; serás activo, pronto y diligente en el cumplimiento de tus deberes; siembra sólo lo que desees cosechar; el que siembra vientos cosecha tempestades.  Respetarás la naturaleza en todas sus manifestaciones, purifica tu palabra y no pronuncies jamás algo de lo que puedas arrepentirte.
  • Abstente de herir a persona alguna por medio de la palabra o la acción; eleva tu propio nivel de vigilia, comprométete con el bien y jura lealtad a tu propio espíritu. Defiende siempre la verdad, la libertad, la paz y la justicia.  Practica la solidaridad con los injustamente oprimidos, cumple siempre con tu palabra de honor; repudia la inmoralidad y toda forma de morbosidad.  Guárdate de la envidia y el resentimiento de los amargados, armoniza con todas las personas y no mantengas conflictos emocionales con nadie.
  • Esfuérzate por permanecer imperturbable ante el insulto, la injuria y la calumnia; libérate de tus sentimientos y pensamientos negativos; práctica el amor por ti mismo, la gente y toda forma de vida, pero hazlo reflexivamente y no de manera mecánica e indiscriminada. Acumula mérito en tu vida con esfuerzo y disciplina para lograr el éxito.  Jamás cometas algún acto injusto y deshonesto, porque la Naturaleza devuelve equivalentemente todo lo que penetra en ella.
  • No seas orgulloso ni soberbio, porque te cegarás; procura ser insignificante, pero consciente de tus poderes y capacidades; diariamente da gracias a Dios por lo que eres y tienes. No te amedrentes por lo aparentemente malo ni te apegues a lo aparentemente bueno.  Sé alegre, optimista y positivo; ríete mucho y sé feliz.  No pierdas tiempo en tratar de predecir el porvenir ya que eres capaz de llegar a escribir tu propio futuro; huye de la autoindulgencia y la autocompasión.   
  • No te preocupes de los defectos de los demás; cuídate de los tuyos. Lucha por crear y mantener la unión superior de la familia, pero cuídate de mantener tu propia identidad; procura llevar una vida austera, sobria y ordenada.  Domínate a ti mismo para que puedas mantener la paz de tu mundo interno.  Evita la depresión y la tristeza, porque son fuente de autocompasión y negativismo.  No te quejes, tienes lo que mereces tener.  Si quieres más, merece más.  Responsabilízate de tu propia vida y de todas tus acciones; enfrenta los problemas y no huyas de ellos.  Ama la verdad y la realidad como a tu propia persona; no te mientas a ti mismo.  Sé justo e imparcial; huye de la drogadicción porque es el anzuelo del demonio; respeta la ley y sé un ciudadano íntegro.
  • No te dejes cegar por el bien aparente. Cuídate al pedir justicia divina ya que lo que crees merecer te puede ser quitado en mayor proporción que hasta el momento.  Respeta y serás respetado; ama y serás amado; roba y serás robado; miente y serás engañado.  Respeta el ordenamiento universal y serás justamente premiado.

¿PARECEN DEMASIADO REGLAS?

En realidad, no son muchas y faltan bastantes que se descubren después de practicar las anteriores.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                         Medellín, marzo 31 de 2021