“EL PALO NO ESTÁ PARA HACER CUCHARAS”

Por:  IVÁN ECHEVERRI VALENCIA         

A pocos días de que los colombianos, acudamos a las urnas, para elegir a nuestros gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, el palo no está para hacer cucharas, por la difícil situación de orden público que se vive en diferentes zonas del país.

Hay una eventual y peligrosa intromisión en los comicios electorales del mes de octubre de la delincuencia común, el narcotráfico, la minería ilegal, la guerrilla del ELN y la disidencia de las FARC, para acceder  a como dé  lugar  algunas alcaldías y gobernaciones,  para así,  estar a todas sus anchas de conseguir sus objetivos torticeros y criminales.

Actualmente más cuatrocientos cincuenta candidatos a las alcaldías, un importante número de aspirantes a concejos y asambleas están siendo amenazados y vetados para visitar barrios, veredas y municipios. Ya hemos tenido que lamentar el asesinato de cinco de ellos.

Los municipios que hacen parte de la estrategia criminal, ronda el amedrentamiento de la ciudadanía, la ley del silencio y cuentan a veces con presuntas complicidades de los mismos servidores públicos, también están haciendo circular mucho dinero a favor de ciertos aspirantes; igualmente se ha dado en esas localidades, una descarada trashumancia de votantes, en algunos casos superando  el censo de sus poblaciones.

Tener alcaldes y concejales al servicio de la criminalidad, sería perder la célula de la democracia que son los municipios, y sería malograr  la batalla contra la corrupción, contra los cultivos ilícitos,  las ollas de vicio, las rutas de narcotráfico,  la minería ilegal, el de desangre de los presupuestos y el apoderamiento de ilegales de la contratación estatal.

Por eso, los aspirantes de buena fe, que desean enaltecer la política, que tienen buenas intenciones de hacer  gobiernos pulcros y a favor de sus pueblos, los arrinconan, considerándolos unos verdaderos estorbos para sus pretensiones malevas, por lo que son bloqueados, desprestigiados, amenazados, secuestrados, desarraigados de sus propios municipios y en el peor de los casos vilmente asesinados.     

Estamos a tiempo de evitar la debacle de la desinstitucionalización  del Estado, que comienza con perder el poder local y regional a manos de los bergantes. El gobierno no puede seguir anestesiado e impávido ante semejante desmoronamiento, estamos perdiendo la partida por pura distracción, importa más, las peleas de ciertos pirómanos profesionales con asiento en el Congreso, que el dedicarnos a salvar la democracia, vale recordar lo expresado por Octavio Paz, que: Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos.

La Fuerza Pública, la Fiscalía, la Defensoría del pueblo, la Procuraduría, las Contralorías, Personerías, los jueces, las ONGs, las veedurías y la ciudadanía general, deben estar prestas a prevenir cualquier atentado, al derecho de elegir y ser elegido.

 Finalmente, el llamado es, para que despertemos de la somnolencia e indiferencia en que nos encontramos, poniéndonos al lado de la democracia, velando por unos  comicios transparentes, libres y en paz.       

1 Comentario

  1. Muy interesante el artículo Dr. Echeverri. Una situación pre electoral tan compleja y dañina sin rutas claras para evitar y prevenir el empeoramiento.

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