POR: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

Los Miembros de la Asamblea General de Copropietarios eligen su Consejo de Administración con el gran propósito de gobernar las urbanizaciones sociales y familiares, en el marco del Reglamento General y el c umplimiento de la Constitución y las Leyes de la República.  Si desviamos esta visión y misión institucional entraría a constituirse en un estamento de desgobierno y en una amenaza para la convivencia humana y la unidad en la urbanización.

Los Consejos de Administración no pueden funcionar como un “arcano de príncipes” que es el ejercicio del poder en las organizaciones residenciales de propiedad horizontal.  Las descripciones de un Consejo de Administración deben hacerse con seriedad, desde la Asamblea General de Copropietarios, sin buscar el sensacionalismo con que muchas veces se trata este tema, una vez al año.  Pero, además, también un conjunto de propuestas normativas sobre la estructura y el funcionamiento de los Consejos de Administración, desde sus aspectos más prácticos a los más exigentes de las normas legales que los rigen.

El “arcano” puede ser objeto de debate público y de aprendizajes sobre la experiencia de gobernar la institucionalidad de la propiedad horizontal.  En los tiempos que corren, una buena parte de los problemas de insuficiente eficacia y productividad radican en un déficit importante en la racionalización de las ideas democráticas y recursos, y el empleo creativo del ejercicio del poder.  Este déficit viene de muy lejos, de la época en que se acuñó la expresión “arcano de príncipes” para justificar la ausencia de transparencia y análisis del uso del poder por sus ocupantes formales.  Este “arcano”, con frecuencia, ha acabado y acaba cegando a nuestras Asambleas de Copropietarios, a fuerza de oscuridad en muchos de sus entornos.

Y precisamente, en estos tiempos que corren, podría ser un momento muy oportuno para acabar con el “arcano” y sus consecuencias negativas, ya que podemos contar con Urbanizaciones Residenciales “bien gestionadas”, podríamos intentar acabar con que estén “nefastamente gobernadas”.  Para ello, contamos también con una circunstancia que muy raramente se ha dado en nuestra historia: la lógica de la democracia parlamentaria va ofreciendo los frutos de la generación de alternancia en el poder político con ciertos avances como consecuencia de la misma.

Entre la racionalidad instrumental de la gestión y la transparencia del sistema democrático va quedando demasiado de manifiesto que los ejecutivos superiores, tanto privados como públicos, son la parte menos evolucionada de nuestro sistema social, manteniendo malos hábitos que deberían aprender a cambiar por otros más adecuados para liderar las organizaciones sociales y familiares de las Urbanizaciones de propiedad horizontal. A este aspecto podríamos recibir esta nota, que hoy doy a conocer, como una contribución apreciable a una “crítica de la razón política” del gobierno de las Unidades Residenciales de Copropietarios.

Me gustaría destacar la insistencia en la necesidad de que los que gobiernan las Urbanizaciones de Propiedad horizontal se sometan a las reglas del Reglamento General y toda la cultura de legalidad vigente, y que las reglas aseguren la existencia de controles y balances de gestión, entre los diferentes poderes comprometidos e involucrados con la misión y visión de las copropiedades familiares. 

También me parece especialmente oportuna la sugerencia respetuosa de la necesidad del aprendizaje permanente por parte de los Consejeros y Administrador como personas individuales, conjuntamente con la aportación que los grupos institucionales de proyectos estratégicos puedan hacer al aprendizaje colectivo del Consejo de Administración y demás estamentos directivos de la copropiedad.

Me parece conveniente la necesidad de elaborar una teoría o Proyecto Institucional para cada propiedad horizontal como base para ir evaluando lo correcto de su marcha y su crecimiento integral, físico, social, educativo y de convivencia de cada uno de sus moradores y copropietarios.  En todo caso, espero que esta columna de hoy, nos sirva para seguir conversando sobre tan interesante y pertinente marco de referencia conceptual y técnica.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                         Medellín, marzo 22 de 2024