Por: Félix Alfázar González Mira 

Las regalías son recursos generados por la explotación de recursos naturales no renovables que se asignan a las entidades territoriales para atender el desarrollo y el mejor estar de sus gentes. Alentar la competitividad local y regional y cerrar brechas de bienestar entre poblaciones, sectores y regiones. Como todo recurso público, es asignado de acuerdo a la capacidad de gestión de los actores y a la disposición de quién lo asigna.  

Hemos reiterado y lo repetimos que los gobernadores populares del departamento han sido en su mayoría de nuestra región. El electo por la mayoría de los antioqueños lo confirma nuevamente. Y no hemos sido capaces de alentar la suficiente capacidad de gestión que nos permita aprovecharlos debidamente y como ellos quisieran. La gobernación Ramos con el oriente y Sonsón, son buen ejemplo de vinculación de su gobernante.

Empero esta administración ha sido generosa con la inversión en la zona de occidente y Urabá en relación con los recursos del Sistema General de Regalías.

Se han aprobado  inversiones de regalías directas y de los fondos regionales  por el orden de los 97 mil millones de pesos para impactar sectores de comunidades indígenas y negras e igualmente para intervenir zonas urbanas en vías e infraestructura deportiva. Una alta porción de esta inversión fue destinada para atender una de las ideas diferenciadoras de este gobierno en lo que tiene que ver con la movilidad y competitividad de las zonas rurales: las placas huellas y el pavimento de las mismas.

Como buen hijo y conocedor de la región el señor gobernador tuvo en cuenta todos los 19 municipios para la inversión en cada uno de ellos. De manera análoga y en esta misma área, tuvo en cuenta los municipios de  Urabá entre Mutatá y Arboletes. Este último beneficiado con un proyecto de su entraña misma como el control de erosión de la zona suroeste de su volcán de lodo por  $ 12.638.943.551.

Proyectos en proceso de aprobación, tanto de regalías directas del departamento como de los fondos de desarrollo regional y de compensación regional, este gobierno deja andando inversiones del orden de los 85 mil millones de pesos para ser aprobados, invertidos y ejecutados tanto en la región del occidente como de la zona de Urabá. En sectores de deportes, educación, adulto mayor, puentes rurales, pavimentación de vías secundarias y terciarias; al igual que en control de erosión costera en la zona de Punta de las Vacas tan definitivo para el turismo en el distrito de Turbo por un valor de $ 17.931.740.123.

Como puede verse rápidamente, son alrededor de 192 mil millones de pesos que solamente en regalías este gobierno dejó aprobado y en proceso de aprobación para estas dos subregiones unidas por su historia y geografía.

Esto al 30 de octubre pasado y se espera en estos dos meses restantes aprobar proyectos adicionales.

Es de resaltar que la Asociación de Municipios de Urabá, Asomura, de la totalidad de estas inversiones, ha gestionado recursos para las vías terciarias de sus asociados por más de 67 mil millones de pesos. Ello debido a lo diligente de su director ejecutivo, al apoyo definitivo del señor gobernador y al acompañamiento permanente de sus alcaldes y municipios asociados. Es un ejemplo  que nos dan para que la  Asociación de Municipios de Occidente se convierta en un actor definitivo en la transformación productiva de la región. Para ello requiere que los nuevos alcaldes la rodeen, fortalezcan, apoyen y acompañen en toda la gestión que está demandando el acelerado dinamismo vial y de competitividad que está viviendo la zona.

El Encuentro de Dirigentes de Occidente-Guillermo Gaviria Correa, la Asociación de Municipios, El Correo y el periódico El Occidental deberán converger en un solo propósito que conduzca a aprovechar al máximo la presencia del quinto período de un  hijo de la región liderando los destinos del departamento de Antioquia. La Continental Gold con su trabajo insitu será una aliada natural. Estas páginas estarán siempre abiertas para buscar el mejor estado de la región y sus gentes. Es, nueva y reiteradamente, la invitación que hacemos.