EL TIEMPO

El aspirante presidencial plantea tres alternativas para fortalecer la economía nacional

Este es el texto de la noticia publicada por el periódico El Tiempo:

“El aspirante presidencial Luis Pérez dijo que  Colombia en bancarrota era lo último que faltaba, tras asegurar que la calificación crediticia de Colombia cayó a categoría “basura” y perdió el grado de inversión.

Para el exgobernador de Antioquia las consecuencias son imprevisibles para todos, pues el crédito público y privado para nuestro país, será menor y con tasas de interés mucho más altas.

Anticipó que el dólar se encarecerá, que los fondos de pensiones tendrán pérdidas billonarias y Colombia ingresará al deshonroso grupo de los países del mundo que peor manejo le dan a la economía.

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Es una vergüenza que el Ministerio de Hacienda haya dejado hundir las finanzas nacionales a una situación tan humillante y caótica. ‘Colombia cerró 2020 con una deuda pública superior a 61% del total de su economía’, destacó Pérez a través de un comunicado.

“La gente expresa con sinceridad su malestar social. El líder tiene la obligación de transformar el malestar popular en propuestas y las propuestas en acción. Un líder no se puede limitar a repetir como un loro los dolores de la gente. Los líderes no están para llorar sino para proponer“, asegura.

Tras esto plantea lo que denomina tres sencillas propuestas para no dejar que Colombia caiga en la bancarrota.

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Existe una sospechosa relación entre los grandes capitales y los gobiernos de Colombia 

Las propuestas

Para el exgobernador, “hay que derogar y recuperar las exenciones tributarias que el gobierno le regaló o entregó a los grandes capitales en la reforma tributaria de 2018. Según el excelente informe de la Contraloría General de la República, (marzo de 2021), el gobierno, en 2018, eximió de impuestos al sector bancario por $2.,8 billones cada año; al gran sector Industrial le dio exenciones por $1,2 billones; y al gran sector del comercio en $1 billón”.

“Esto significa que el costo fiscal de las exenciones de 2019 en solo tres sectores fue de $5 billones anuales; y cada año aumentan. Entre 2018 y 2019, las exenciones crecieron un 76% (CGN, 2021). En diez años, se quedan con más de $50 billones. El País no aguanta el costo fiscal con el que tiene que cargar al dar tantas exenciones a los más poderosos. En lugar de esa nefasta reforma tributaria que buscaba encoger más a la clase media, se debieron quitar estas exenciones a los más poderosos y así, se hubiese evitado la tragedia humana y de institucionalidad que vive Colombia”, señaló.

Según su escrito, pareciera que en el Ministerio de Hacienda son los grandes capitales los que dictan los proyectos de reforma tributaria. En ese sentido plantea que el gobierno debería presentar un proyecto de ley de una página, simple, que derogue esas exenciones tributarias a los grandes capitales.

Existe una sospechosa relación entre los grandes capitales y los gobiernos de Colombia. Esa sospechosa relación entre los grandes capitales y la democracia es miseria moral y política miserable”, destacó.
 
En el segundo punto plantea que el hecho de que la calificación crediticia de Colombia caiga a categoría ‘BASURA’ y que Colombia pierda el grado de Inversión, es un señalamiento al Gobierno Nacional de tener exorbitantes gastos ostentosos y de funcionamiento.

En ese sentido sugiere  que el Presidente ordene reducir con severidad los gastos del estado de burocracia y funcionamiento en al menos $3 billones para que ahorre en 10 años $30 billones

Y en tercer lugar señala que cada congresista, le cuesta a Colombia $2.500 millones anuales, “según cálculos de Tomás Uribe”, por lo que plantea que de un tajo, se debería recortar el costo de cada congresista, a la mitad, a un promedio máximo de $1.250 millones año.

“Un Gobierno Nacional en su período solo debería tener permitido presentar una reforma tributaria. Todo gobierno que pueda abusar de los impuestos, se vuelve derrochón y hasta corrupto. La inseguridad jurídica y económica solo crea caos.
No es que nuestra riqueza sea poca. Los que si son pocos son los que la acaparan. Ese es el significado de la palabra oligarquía. Pocos con casi todo. Corregimos o perecemos“, concluyó Pérez.”