Bogotá, 8 abr (EFE).- Los principales grupos armados de Colombia, que son la guerrilla del ELN, el Clan del Golfo y dos disidencias de las FARC, se han fortalecido y expandido durante el Gobierno del presidente Iván Duque (2018-2022), reveló este viernes la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).

En el informe “Plomo es lo que hay: Violencia y seguridad en tiempos de Duque”, la Fundación señala que pese a la detención en octubre del año pasado de su líder Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, el Clan del Golfo es el mayor grupo criminal del país y tiene presencia en 241 municipios de Colombia.

Le siguen el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que está en 183 municipios; la disidencia que lidera alias “Gentil Duarte”, que tiene presencia en 119 municipios; y la Segunda Marquetalia, el grupo creado por el jefe negociador de paz de las FARC, alias “Iván Márquez”, que opera en 61 municipios.

En esa línea, el documento señala que en 420 de los 1.103 municipios del país hay presencia de grupos armados ilegales, es decir en el 37 % del territorio nacional.

La Fundación Pares señaló que con las cuarentenas por la pandemia de la covid-19 se aceleró el fortalecimiento de los grupos armados organizados, algo que ocurrió al mismo tiempo que “la institucionalidad civil se reducía y la Fuerza Pública focalizaba la mayor parte de sus acciones en contra del ELN y las disidencias”.

“Los grupos incrementaron su accionar bélico especialmente a través de confrontaciones, control territorial, y desplegaron mayor violencia en contra de líderes y lideresas sociales”, agregó la información.

AUMENTO DE MATANZAS

El documento también señala que entre 2016 y 2022 fueron registradas 191 masacres en toda Colombia y justamente a partir de 2018, cuando llegó Duque al poder, las matanzas aumentaron “exponencialmente”.

“El aumento más dramático ocurrió entre 2019 y 2020, en más del 300 %”, agregó el informe.

Igualmente, Colombia ocupa desde 2016 el primer lugar del país de Latinoamérica con más homicidios de defensores de derechos humanos e incluso Front Line Defender señaló que en 2020 la nación andina fue el país con más crímenes contra esta población en todo el mundo.

“Durante 2020, prácticamente en todo el territorio nacional hubo un aumento en los asesinatos contra líderes y lideresas sociales. Solo en (el departamento del) Cauca ocurrieron 61 hechos. A esta cifra le siguió Antioquia con 29 casos; y Nariño, con 22”, recalcó Pares.

Tras el confinamiento de 2020 y el regreso a la normalidad en 2021, la violencia letal “volvió a los niveles de 2018 y 2019, pero con dos diferencias”, una de las cuales es que los grupos ilegales se consolidaron en los territorios y la otra que “el miedo se apoderó de los procesos sociales en múltiples regiones del país”.

“Sobre la base de la trayectoria de los grupos armados durante el Gobierno de Iván Duque se puede afirmar que los vencedores de las violencias organizadas del posconflicto son el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias (principalmente la línea de ‘Gentil Duarte’)”, detalló Pares.

La Fundación dice que pese a todas las dificultades “no todo está perdido” en Colombia, pues recordó que con la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC se desmovilizaron más de 13.000 excombatientes y hay “una hoja de ruta para asumir las deudas del Estado”.

“Al final, como en el mito de Pandora, después de liberados de la caja todos los males del mundo, estando al borde del aniquilamiento, en el fondo se encuentra la esperanza”, concluyó el informe. EFE

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