Por: Alfonso Pérez Gutiérrez

 En la vida casi  todas las cosas cambian, para bien o para mal, son pocas las que no cambian.

Haciendo una comparación de varios aspectos, como el deporte, la seguridad, las elecciones, etc., se me ocurrió hacer un balance de algunos de estos cambios.

Estos días miré por la tv, el tour de Francia, y quede impresionado con la afición de este país, por toda la carretera la gente alegrando y animando los ciclistas, sienten la sangre del deporte,  recuerdo que en Colombia era así o más, hace mas de treinta o cuarenta años, la gente no cabía y la emoción de ver la vuelta a Colombia, era irresistible, hasta los colegios daban tiempo para ir a ver la vuelta, cuando entraba a cada ciudad, qué pesar que ya no se ve acá este bello espectáculo y además, estoy seguro que más del 95% de las personas no saben quien es el actual campeón de la vuelta a Colombia.

A través del tiempo, la figura del padre ha sido de respeto y acato, por parte de los hijos, eran tiempos sanos, de tranquilidad, una vida donde el padre tenía un valor incalculable, pero como cambia la vida: hoy se ve en muchos jóvenes, que les da hasta pena de su padre, o mejor “del cucho”, que solo les sirve cuando necesitan dinero, y la autoridad se acabó, ya una mayoría de personas  de poca edad actúan como si fueran los jefes de la casa, y es difícil hacerlos recapacitar. ¡Qué cambio tan triste!

Antes, la gente que votaba, le sumergían el dedo en un frasco, y quedaba pintado de rojo, una tinta que daba mucha lidia sacarla, y hasta de pronto había algunos, muy pocos, que votaban dos veces, eran casos muy escasos, y hoy en día, con el internet, bases de datos, y toda la tecnología, votan hasta los muertos, y hasta aparecen más votos que votantes.

En el pasado, la policía se respetaba, y matar un miembro de esta institución, era un escándalo, algo fuera de lo normal, y en la actualidad, a la policía se le da poco respeto, los matan y nada pasa, en las marchas, les tiran piedras y papas bombas, y hay estamos…

Acá se hacen campañas para casi todo, y nunca he visto que se haga una campaña con el fin de que los cambios que se realicen en la sociedad, sean para bien, para mejorar.

Que tristeza que la sociedad se está deteriorando poco a poco, ojalá que cuando nos demos cuenta, no sea demasiado tarde.

Coletilla uno. En la columna pasada hice unas preguntas, me falto esta: ¿en donde esta y por qué no han mostrado el cadáver de Jesús Santrich?

Coletilla dos. Mi solidaridad, para con la familia Arango Muñoz, por la partida de KIKE ARANGO, como se le decía por cariño, gran líder deportivo, alegre, amable y siempre listo, paz en su tumba.

ALFONSO PEREZ  GUTIERREZ