Por: Misael Cadavid MD

Después de una contienda, como siempre en la política, atípica, llena de odios, resentimientos, lucha de poderes, injurias y calumnias por doquier, un joven dirigente político con una inigualable historia de superación personal, un gran liderazgo, carismático y cercano a la comunidad a través de un lenguaje simple, unas ideas y propuestas contundentes que conectaron inmediatamente con la ciudadanía, hicieron posible lo deseable que, en última instancia, es la política, esto lo catapultó como el candidato al tercer puesto más importante de Colombia con más de 300 mil votos, constituyéndose, como el más votado en la historia democrática de la ciudad de Medellín.

Tal vez, igual que muchos, tuve mis reparos con un slogan tan ambicioso como lo es “Medellín Futuro,” pues me parecía que pensaba en el más allá y podría descuidar el más acá y sus necesidades cotidianas; pero después de casi 5 meses de trabajo arduo y sometido a varios retos que van desde el control de las protestas sociales, pasando por calamidades ambientales a consecuencia del mal aire que respiramos en la ciudad y hoy ganándole la batalla a una urgencia sanitaria a consecuencia del COVID-19, convirtiendo a Medellín en un referente de salud pública a nivel mundial, donde las tecnologías de la información y la comunicación tuvieron un papel protagónico en sinergia con la cultura ciudadana.

Con lo visto en este poco periodo de gobierno, no me queda más que sumarme al reto de proyectar el porvenir al tamaño de nuestro sueño, porque de nada sirve la Medellín presente si nuestros hijos no van a poder vivir en la Medellín Futuro. Ahora soy un convencido de que la mejor campaña del actual alcalde está por venir, y tendrá que enfrentarse a una jauría de lobos con intereses particulares y colectivos.

Proyectos de gran calado e impacto socioeconómico, como la generación de 39.000 empleos con los programas de inserción laboral, centro del Valle del Software, emprendimientos 4.0 y economía creativa, la construcción de la primera etapa del metro ligero de la 80, el plan de un centro logístico de transporte en el aeropuerto Olaya Herrera, obras en el Cinturón Verde, así como la construcción de las obras del Proyecto Urbano Integral Noroccidental, comuna 13 y La Iguaná, la construcción de un hospital mental, la reposición de las unidades hospitalarias de Buenos Aires y Santa Cruz, una Ciudadela universitaria en el Norte, la reconstrucción del Parque Biblioteca España, la construcción de 5.750 viviendas, Parques del Norte —sería la segunda fase de Parques del Río—, 300.000 m2 de espacio público en la ciudad, así como la construcción de  14 kilómetros de ciclorrutas, la ciudadela universitaria del norte, el Hospital en la Nororiental y otras más, son una apuesta real de Medellín Futuro para la ciudad.

Además, tendrá retos y deberá reinventar la manera en que nos movilizamos, en cómo nos expandimos territorialmente, cómo crecemos económicamente e incluso, cómo nos educamos.

Lo plasmado en el Plan de Desarrollo a través de unas líneas de énfasis cruciales como el cierre de brechas, la planeación a largo plazo, los Objetivos de desarrollo Sostenible, el sistema de evaluación de impacto y la proyección de ingresos y gastos, son prenda de garantía del mejoramiento de la calidad de vida de los medellinenses.

El  Plan de Desarrollo es una oportunidad para fortalecer la capacidad, para diseñar políticas públicas, además, es necesario que los planes a largo plazo y estas políticas, no estén desarticuladas de las metas, es así que habrá una inversión para el cuatrienio de 22 billones de pesos para ser ejecutados en 5 líneas estratégicas: Valle del Software, transformación educativa, Medellín me cuida, eco ciudad, y gobernanza y gobernabilidad que serán pilares fundamentales, con un transversal que es el plan pospandemia para la recuperación económica, dando un nuevo impulso a los renglones tradicionales de nuestra economía y la generación de empleo con la construcción a tope de obras públicas y la modernización del tejido empresarial, con la cuarta revolución industrial como Gold Standard.