Por: Alfonso Pérez Gutiérrez

Desde el lunes 6 de septiembre de 2021, en Medellín y el área metropolitana, empezara a aplicarse el pico y placa, un digito cada día, y se repite cada dos semanas, y este será de 4 a.m. a 8 p.m. Este se aplica en toda el área metropolitana, aunque algunos mandatarios no estaban muy conformes con la medida, incluso algunos dijeron que no sabían, que les avisaron a última hora.

Siempre he sostenido que el pico y placa, en casi nada resuelve el problema de la movilidad o ambiental, el mismo director del área metropolitana, y algunos mandatarios, sostuvieron que sabían que el pico  placa no es la solución, pero que de todos modos lo iban a aplicar.

En cada Municipio del área se expidió la respectiva resolución, mediante la cual se imponía dicha medida, en Medellín por medio del decreto 0730 de 2021,  se estableció la rotación y reglamentación de la medida de pico y placa, para los vehículos de servicio particular.

Encuentro en este decreto algunas inconsistencias, que no pasan desapercibidas.

 Trae este, demasiadas excepciones a la medida.

Trae una excepción a los vehículos que usen gas natural comprimido vehicular, vehículos de combustible eléctrico e híbrido, no entiendo  el porqué de estas excepciones, o ¿será que estos vehículos no ocupan espacio, dentro de las congestiones vehiculares? , considero que esto es un mico, en todo el decreto, siempre la motivación es por el alto flujo vehicular y agrega en uno de los apartes “consolidar un  sistema de movilidad sostenible e inteligente…..”(Sic).

Lo único seguro es que la venta de vehículos se va a incrementar a partir de la fecha, y el caos vehicular cada día va a ser peor.

Hace falta un dirigente que tome este problema en serio, ya que los dos o tres últimos no le han prestado atención, y peor, tratan de agravarlo.

A este problema hay que darle soluciones reales, crear nuevas vías,  segundos pisos, bajos y elevados, etc.,  no seguir con el cuento del pico y placa.

COLETILLA. ¿Qué sería lo que paso con Jesús Santrich?, hasta el día de hoy nadie sabe dónde está el cadáver, y mucho menos dónde lo enterraron.

ALFONSO PÉREZ GUTIÉRREZ