VALORES Y ÉTICA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE ENVIGADO

 PERIODO 2020-2023

 Por: Luis Fernando Pérez Rojas

El Plan de Desarrollo Municipal, debe orientarse en la gobernabilidad con prudencia, sensatez y lógica, hacia una alcaldía comprometida con la cooperación social, la equidad, la verdad, la ética, la transparencia y la cultura de la paz.

El Dr. BRAULIO ESPINOSA MÁRQUEZ se percibe, como un gestor significativo y hacedor de transformaciones políticas, sociales, educativas, culturales, económicas, entre otras, y en los dos últimos años ha ido dándole una creciente importancia a la consideración ética en la administración pública del municipio de Envigado. El pueblo es consciente de que buena parte de la crisis que en la actualidad está atravesando Colombia, tiene que ver con los valores superiores dominantes; por consiguiente, hoy, se hace necesario reflexionar sobre los planteamientos éticos de la gobernabilidad enfocados para dicho municipio.

La estructura organizacional de la administración de Envigado, se identifica con un organismo humano, cuyos componentes fundamentales son los ciudadanos, los grupos sociales y el propio sistema de gobierno municipal que supera la suma de sus partes. Su núcleo gerencial central se desenvuelve entorno a sus valores corporativos que están presentes en el funcionamiento organizacional, y a su paradójica relación con la ética y la moral.

El actual acalde, es un servidor público ejemplarizante, en la lógica de la gobernabilidad para el departamento de Antioquia y del país. Desde mi condición de ciudadano de a pie, y observador curioso, de la gestión de los alcaldes del área metropolitana, me permito expresar un concepto personal sobre la filosofía y comportamiento ético desde las relaciones éticas y morales que se practican en esta administración, periodo 2020-2023:

  1. TIPO DE RACIONALIDAD – PRUDENCIAL A TODA PRUEBA. Se caracteriza por su ámbito moral que sabe deliberar en condiciones de incertidumbre sobre los medios más adecuados para alcanzar un fin que se antepone al bien de las mayorías, independiente de las consecuencias que esto pueda suponer para uno o varios individuos afectados por las decisiones tomadas. El alcalde tiene claridad que el fin último es la felicidad de sus gobernados, que es lo que conviene a un ciudadano integral en el conjunto de su vida. Las normas administrativas y jurídicas las sabe aplicar en los casos concretos, ponderando los datos e informaciones contextualizadas.
  2. TIPO DE RACIONALIDADTRADICIÓN UTILITARITA. El ámbito moral y ético de su mandato es el de la maximización de la utilidad para todos los seres sintientes y vivientes de Envigado: se preocupa por buscar la mayor felicidad y bienestar del mayor número de sus coterráneos. Su accionar es máximamente racional: racionalidad – teleológica desde su Plan de Desarrollo Municipal a ejecutar. En su administración, el respeto por los Derechos Humanos son convenciones muy útiles para evaluar la seguridad y sana convivencia de esta comunidad tan señorial.
  3. TIPO DE RACIONALIDAD – TRADICIÓN HUMANISTA. El ámbito moral de la gobernabilidad en Envigado es el del respeto por la diferencia y por aquello que es absolutamente valioso para la sociedad Envigadeña: ¡El Ser Humano! El BRAULIO ESPINOSA MÁRQUEZ y su equipo de gobierno, tienen consciencia clara que en la administración pública no todo es mercancía electoral que puede intercambiarse por un precio en la burocracia, durante su administración ha demostrado de manera ejemplarizante que el ser humano no tiene precio sino dignidad.

Los Derechos Humanos, para esta administración, son exigencias racionales innegociables: sabe que con ellos no se puede comercializar la dignidad de un pueblo.

  1. TIPO DE RACIONALIDAD – DIALÓGICA. En su mandato, el alcalde en mención, ha dado evidencias que todo ser humano dotado de competencias comunicativas asertivas, es un interlocutor válido de la comunidad, factor muy distanciado de los intereses propios de la politiquería. Las normas morales en su estilo de gerenciar el Plan de Desarrollo Municipal son válidas, según las consecuencias que tengan para los afectados por ellas, es decir, en un momento consecuencialista. Este dilecto alcalde y epónimo, siempre valida las actuaciones de su gobernabilidad en la medida que satisfagan intereses y necesidades universalizables para toda la comunidad, sin diferencias de ninguna índole.

Finalmente, me quedo corto en el análisis ético de sus acciones humanas, para tener una permanente cercanía con el pueblo Envigadeño y ganar su confianza y credibilidad ante la opinión pública. ¡Valido y doy fe de su encomiable y fructífera laboral, así mismo, de su entrega pulquérrima a su pueblo!

A TODO GOBERNANTE IDÓNEO, ÉTICO Y HONRADO, SE LE DEBE RECONOCER Y HONRAR CON GRATITUD Y DEVOCIÓN.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                           Medellín, septiembre