Barcelona (España), 23 nov (EFE).- El escritor Antonio Ungar, que en “Eva y las fieras” regresa con “una historia de violencia, corrupción y amor en la selva colombiana” en la que retrata un país desgarrado por la violencia a finales de los años 90, considera que “legalizar la cocaína es la única opción para que baje la presión de la guerra en Colombia”.

La nueva novela de Ungar está ambientada en la Colombia de finales del siglo pasado y, a través de la historia de su protagonista, explora la realidad de un país que en aquella época vivía despedazado por la guerra y la violencia entre paramilitares, militares y guerrillas.

El escritor colombiano, en conversación con Efe en la ciudad española de Barcelona, donde ha presentado su libro, reflexionó sobre la fragilidad de la paz colombiana y señaló que la publicación de “Eva y las fieras” en este momento es una decisión consciente, ya que, “tras el fracaso total del tratado de paz, los colombianos perdimos una gran oportunidad y, ahora, vamos a repetir otra guerra igual”.

La nueva novela de Ungar está protagonizada por Eva, una mujer que, en una barca a la deriva en un puerto fluvial de la selva, se va desangrando mientras se pregunta si llegará viva a la orilla o si, de lo contrario, acabará devorada por los buitres.

La protagonista de esta historia, a quien el escritor define como “una chica aparentemente frágil, pero de gran fortaleza”, ha dejado en la ciudad un pasado marcado por las fiestas y el abuso del alcohol y las drogas y, mientras se debate entre la vida y la muerte, espera una nueva vida que ha proyectado en la selva junto a su amante y a su hija.

“Eva y las fieras” es un demoledor retrato de la historia colombiana que, según Ungar, puede leerse como una metáfora de un país condenado a repetir sus errores”, pero también como “todas las cosas buenas que pasan en Colombia alrededor de la guerra” y, además, “un viaje hacia el interior del alma de una mujer de vida terca que, como la selva, se niega a callarse”.

Antonio Ungar huye del retrato hollywoodiense de buenos y malos y pretende con esta novela “acercar una realidad mucho más compleja, como son los personajes colombianos”.

Según Ungar, cambiar el rumbo del país y acabar con la violencia como mecanismo constante de presión pasa por “conseguir la igualdad social porque es un país completamente inequitativo”, con una distribución de la riqueza distinta a la que hay, y “que haya justicia, porque en Colombia el grado de impunidad es absoluto a menos que tengas poder económico”.

Además, el escritor cree necesario “legalizar la droga” para que se convierta “en un negocio como cualquier otro”.

En este sentido, Ungar resalta que “producir cocaína es más barato que producir café” y solo si la droga se legaliza “no habría toda esa guerra por el negocio ilegal por la cocaína” y entonces, “si se quita esa presión, creo que se arreglan parte de los problemas”.

Antonio Ungar es un escritor, cuentista y novelista que en 2010 fue distinguido con el Premio Herralde de novela por su libro “Tres ataúdes blancos”, una sátira feroz sobre Latinoamérica.

Las crónicas del escritor aparecen con regularidad en revistas de Alemania, Holanda y Estados Unidos, y en Colombia fueron premiadas en 2005 con el premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. EFE

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